El canje del tramo local de los préstamos garantizados (PG) tuvo una aceptación superior al 97 por ciento. El Gobierno consiguió postergar el pago de 13.200 millones de pesos en concepto de intereses y amortización para el período 2009-2011. A cambio, los bancos y aseguradoras recibieron un bono con vencimiento en el 2014 y rendimiento variable. El Gobierno ofreció tasas más altas por las dificultades del país para conseguir crédito externo en medio de la crisis global. Además, los inversores lograron deshacerse de títulos atados a un poco creíble índice de precios, el coeficiente de estabilización de referencia (CER). El 3 por ciento que no ingresó en el canje, y los tenedores de títulos en el exterior, tendrán desde el próximo lunes diez días más para acceder a través del Mercado Abierto Electrónico. La apertura del proceso con el tramo internacional, agrupados en los bancos Barclays, Citi y Deustche, comenzará en las próximas semanas, cuando finalicen las operaciones locales.

Antes de conocerse los detalles de la operación, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner la calificó como un “éxito”, ya que había superado las expectativas oficiales. “Es el canje voluntario más importante que se haya hecho en la Argentina. Estamos muy contentos porque sobre todas las cosas revela algo que hoy constituye uno de los principales problemas de la economía mundial: la confianza”, destacó la Presidenta. De todas formas, gran parte del canje estaba asegurado porque una porción significativa de los PG se encontraba en manos de los bancos públicos y la Anses.

De un universo de 15.600 millones de pesos en manos de tenedores locales, el Gobierno consiguió canjear 15.100 millones. Según señaló el jefe de Gabinete, Sergio Massa, la operación implica una disminución de 5400 millones de pesos a pagar este año por intereses. A su vez, el funcionario explicó que se registró una baja nominal de la deuda pública de 300 millones de pesos ya que las condiciones del canje implicaban una quita del 2 por ciento sobre el valor técnico de los títulos.

El nuevo título está denominado en pesos con vencimiento en 2014. El primer año otorgará un rendimiento fijo de 15,4 por ciento, y a partir del segundo la tasa de interés será variable de acuerdo con la evolución de la Badlar más 2,75 por ciento. La tasa es superior a la que tenían los préstamos garantizados, en torno del 12 por ciento. De acuerdo al nivel actual de la Badlar, si se mantuviera, el año que viene la tasa rondaría el 15,50 por ciento.

Si bien no hizo referencia a los cuestionamientos del CER, Massa consideró que pagar la tasa Badlar es una forma para que “el sistema financiero se ajuste con su propias medidas”. Por otro lado, la reglamentación del nuevo papel permite las entidades mostrar en sus balances una mayor ganancia patrimonial. Además, el Gobierno les aseguró la neutralidad impositiva de la operación. La AFIP publicó el lunes en el Boletín Oficial la resolución que habilita a quienes canjearon sus títulos a pagar el impuesto a las ganancias correspondiente cuando cobren o vendan sus nuevos bonos.

Durante su presentación, el jefe de Gabinete calificó la emisión de los PG en 2001 como una “muy mala decisión del gobierno de ese momento, que usó como garantía la coparticipación nacional y de las provincias”. Según el funcionario, que estuvo encargado de negociar con los banqueros, “el canje permitirá recomponer la grave distorsión sufrida por la curva de rendimientos entre 2009 y 2012 que provocaron los PG”. Además consideró que con esta operación, el Gobierno “ratifica su capacidad y voluntad de pago”.

Fuentes oficiales destacaron que “la postergación de vencimientos para el año 2014 se corresponde con una estrategia prudente y racional de administración de pasivos, dado que ese año es uno de los que menores vencimientos posee de los próximos siete”.

En un momento donde Argentina tiene problemas para conseguir financiamiento a un precio razonable, desde el Gobierno consideraron que el éxito del canje podría hacer viable alguna colocación local este año.

“No descarto que a lo largo del año haya una nueva emisión de deuda para el mercado local”, dijo Massa, en compañía del ministro de Economía, Carlos Fernández, del secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino, y un grupo de banqueros que participó de la operación.

Cuando finalicen los 10 días extra que fijó el Gobierno para el 3 por ciento que no entró en la operación, comenzará la negociación con los tenedores extranjeros por otros 16.500 millones de pesos. Mientras tanto, Massa dejó en claro que la negociación con los holdouts que rechazaron el canje de 2005 es una operación diferente de la de los préstamos garantizados.