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La cotización del dólar descendió ayer otro centavo, arrastrada por la venta de los exportadores. La liquidación de la cosecha gruesa volvió a poner a prueba la demanda privada, que no estuvo a la altura a pesar de la ayuda del Banco Central reforzando esa posición. En el segmento mayorista, la divisa estadounidense cerró en 3,675 pesos, mientras que las pizarras del microcentro la ofrecían al público en 3,69 para la venta. En la región, el real finalizó casi sin variantes, a 2,217 unidades por dólar. En la Bolsa local, el panel de acciones líderes se derrumbó un 3 por ciento, en sintonía con las pérdidas que arrojaron las plazas internacionales. Los indicadores neoyorquinos reflejaron la preocupación que gira en torno de una eventual bancarrota de las gigantes automotrices General Motors y Chrysler.

Más concentrado a medida que se acerca el fin de semana largo, el ingreso de los exportadores de granos pegó un nuevo salto. En la plaza cambiaria los operadores advirtieron desde temprano una liquidación cercana a los 200 millones de dólares y mantuvieron durante el resto de la rueda un acelerado ritmo de ventas. Para hoy, último día hábil de la semana, se prevé que siga la tendencia vendedora en la plaza, que podría empujar un retroceso adicional en la cotización. Según datos oficiales, el sector exportador elevó el promedio de liquidación diario de divisas de 40 millones de dólares la semana pasada a 150 millones en las últimas tres jornadas.

El Central intervino vendiendo en la primera parte del día, pero finalizó comprador. “Hubo una venta al principio para destrabar un poco toda la operatoria. Sin embargo, como en la rueda previa, cuando se fue en picada, se colocó comprador hasta el cierre”, explicaron desde el organismo monetario que conduce Martín Redrado. El saldo comprador de la intervención no se reflejó en el stock de reservas, que apenas se incrementaron en dos millones, hasta los 46.314 millones de dólares. En el comunicado del BC señalan que se debió a un pago por 14,4 millones de dólares que la entidad realizó a un organismo internacional, que se suma a la caída en la cotización del euro.

Entre bancos y empresas el billete estadounidense terminó en 3,675, sólo un 0,05 por ciento abajo. Al público, concluyó a 3,69 pesos, con un retroceso de un centavo respecto de la víspera. El cambio de tendencia se repitió también en las operaciones a futuro. Las coberturas de dólar para fin de abril se pactaron en 3,684 pesos; mayo, en 3,712, y junio, en 3,755 pesos.

En la Bolsa porteña el índice Merval retrocedió un 3 por ciento. La baja tuvo como principal responsable a Tenaris, cuyos activos se retrajeron un 4,5 por ciento frente al abaratamiento del petróleo. El precio mundial del crudo se ubicó a menos de 50 dólares el barril. El tipo WTI finalizó en 49,10 dólares y una pérdida de 3,9 por ciento contra los precios de anteayer. Los papeles de la empresa constructora de tubos sin costura del Grupo Techint se quedaron con más de la mitad del volumen negociado, que totalizó apenas los 21,5 millones de pesos. Tenaris, junto con Petrobras, representan 60 por ciento del índice.

Los títulos públicos también mostraron un escaso caudal de negocios. El papel de mayor movimiento, el Boden 2012, terminó con un rojo de 1,6 por ciento. En cambio, el Descuento en pesos experimentó un fuerte repunte del 9 por ciento. Le siguió el Bogar 2018, con una ganancia de 2,1 por ciento.

El desempeño del mercado accionario local fue un acople a la caída de la bolsa neoyorquina. En Wall Street el índice industrial Dow Jones cedió 2,3 por ciento, mientras que en el indicador tecnológico Nasdaq la pérdida fue de 2,8 por ciento. En este caso, el desplome se justificó en las expectativas de que los resultados trimestrales que difundan las empresas estadounidenses en las próximas semanas sean poco alentadores.

La empresa líder en aluminio de los Estados Unidos, Alcoa, inició la temporada anunciando una pérdida de 1191 millones de dólares en el último trimestre del año pasado. La jornada fue todavía más negra para otras empresas del sector industrial como General Electric y la química Dupont, mientras crecían los rumores sobre una inevitable cesación de pagos para General Motors y Chrysler.