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Telecom Italia celebró ayer un falló de la Agencia Nacional de Telecomunicaciones de Brasil que fortalece sus argumentos para intentar conservar el control de Telecom Argentina o al menos subirle el precio al momento de negociar una venta. El organismo regulador dio por cumplidas las condiciones que había impuesto a Telefónica de España y a los italianos en octubre de 2007, luego de que se asociaran en Europa, para garantizar la independencia de las empresas de telefonía celular que cada una de esas firmas controlan y no obligarlas a desinvertir. De este modo, los españoles podrán conservar su participación en Vivo y los italianos en su filial TIM. Entre ambas concentran cerca del 50 por ciento del mercado. Anatel remarcó que los miembros del consejo de administración de las empresas de Telefónica tienen prohibido ser elegidos como integrantes de cualquier compañía de Telecom Italia y viceversa. Además, determinó que ambos grupos deberán presentar copias de las actas de las reuniones de sus respectivos consejos de administración y de las asambleas de accionistas en las que ocurran elecciones para los respectivos consejos. También tendrán que acercar información relativa a la celebración de contratos que eventualmente vinculen a sus firmas. Estas condiciones fueron interpretadas por los sectores empresarios que pelean en los mismos mercados que Telefónica y Telecom como “nuevas restricciones”, pero la decisión más trascendente de ayer fue la aprobación definitiva de los requisitos que Anatel había fijado en octubre de 2007.

La resolución fortalece los argumentos que ambas firmas vienen sosteniendo en Argentina, pero los que se mostraron más conformes fueron los italianos porque desde que Telefónica de España ingresó como accionista de Telecom Italia, su principal competidor en el país, la mira de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia se posó sobre Telecom Argentina. Las distintas resoluciones que tomó el organismo antimonopolio en los últimos meses se concentraron en esa empresa y no en Telefónica de Argentina. Por lo tanto, la especulación del mercado es que una posible orden de desinversión podría afectar sólo a esa firma.

El ceo de Telecom Italia, Franco Bernabé, sostuvo el miércoles que “si hay ofertas interesantes, podemos considerar una venta”. En el Gobierno hay interés en que la compañía sea adquirida por los empresarios Eduardo Eurnekian y Ernesto Gutiérrez, pero cerca de los italianos dicen que por ahora no parecieran tener el dinero para comprar.

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