Sábado, 27 de junio de 2009 | Hoy
EL PAíS › MARGARITA STOLBIZER, LA PRIMERA CANDIDATA DEL ACUERDO CíVICO Y SOCIAL EN LA PROVINCIA
En esta entrevista, la postulante del Acuerdo insiste con la idea de que el peronismo oficial y el disidente van a terminar juntos después de las elecciones. También habla de la polémica por las privatizaciones y del futuro del radicalismo.
Por Sebastian Abrevaya
En su escritorio descansan intactos los carteles que le habían preparado para el debate televisivo entre los candidatos por la provincia de Buenos Aires. Quizás uno de los más fuertes contiene una frase de su principal rival de la oposición, Francisco de Narváez: “Que Felipe Solá hoy se haga el antikirchnerista es casi un chiste”, decía el empresario hace sólo seis meses sobre compañero de lista. En una entrevista a Página/12 antes del inicio de la veda, Margarita Stolbizer, líder del Acuerdo Cívico y Social bonaerense, coincide con el gobernador Daniel Scioli acerca de que su espacio es “subestimado” por las encuestas y se mostró confiada en el respaldo de los 40 intendentes radicales para superar la polarización peronista en la provincia. “No hay otra discusión después del 28 que no sea ver quién gobierna la Argentina en 2011”, disparó Stolbizer y vaticinó que la única posibilidad que tienen Mauricio Macri y De Narváez de jugar en el 2011 es dentro de la estructura nacional del PJ, por eso van a estar todos juntos”, sentenció.
–¿Si no gana Kirchner el domingo es el caos?
–Esta idea de que si Kirchner no gana el país explota sólo se le puede ocurrir a él. Estamos lejos de que pueda haber alguna catástrofe porque no gane. Lo que fortalece la democracia es que existe una alternancia. Cuando Carlos Menem pierde la elección en el ’97 y la Alianza se empieza a instalar como una fuerza política alternativa el país no se derrumbó, pero Menem se fue debilitando tanto que termina perdiendo muy mal la elección del ’99. El kirchnerismo agotó rápidamente. Lo lógico es que esto se hubiera dado después de esta elección, pero se dio antes, cuando ni siquiera estaba en nuestros cálculos.
–¿Hubo un acuerdo entre Kirchner y Elisa Carrió como dijo De Narváez?
–Eso es tan absurdo... ¿a quién se le puede ocurrir que hay un pacto entre Kirchner y Carrió? Podrían haber ubicado cualquier otra figura y por ahí engañaban a algún desprevenido, pero semejante acusación es infantil y absurda.
–Pero en medio de la campaña, Daniel Scioli salió a elogiarla...
–Agarrarse de las declaraciones de Scioli es una ridiculez total. Lo que Scioli dijo es que se subestimaba al radicalismo porque maneja 40 intendencias de las 134 que tiene la provincia. Esto es un potencial político a la hora de competir que no tienen las otras fuerzas y eso a veces no lo registran las encuestas. Esta subestimación va a quedar demostrada con el resultado. Estas encuestadoras son las mismas que se equivocaron antes. Tenemos una percepción de la calle que es distinta.
–Tanto De Narváez como Kirchner niegan terminantemente que vayan a juntarse después de las elecciones.
–Yo insisto sobre el armado del PJ porque la semana que viene se abre la discusión sobre el 2011 y hace falta una estructura nacional para eso. Nosotros somos la única fuerza política constituida con equipos nacionales y desarrollo territorial. La otra estructura es la del oficialismo. Entonces, Macri y De Narváez, que son referentes locales, la única posibilidad que tienen de jugar en el 2011 es con la estructura del PJ. Por eso decimos que terminan todos juntos. No quiere decir que De Narváez se abrace con Kirchner, sino que todos van a estar todos sentados a una misma mesa en condiciones de igualdad.
–¿Qué diferencia al ACyS bonaerense del resto de los espacios?
–Nuestras propuestas se dividen en tres ejes. Primero el político- institucional que nos diferencia del oficialismo: derogación de los superpoderes, de la reforma del Consejo de la Magistratura y ley de acceso a la información pública. Segundo eje, el social, que nos distingue de las dos listas peronistas: universalización de las políticas sociales para que los sectores más pobres reciban la protección del Estado en condición de ciudadanos. El tercer eje es el productivo. Plantemos un programa para utilizar nuestras ventajas comparativas para convertirlas en ventajas competitivas que le permitan a la Argentina crecer produciendo, consiguiendo inversiones y abriendo exportaciones. Todo lo contrario a lo que hace el Gobierno. Eso se hace con incentivos del tipo fiscal, crediticios y fundamentalmente con reglas de juego que permitan recuperar previsibilidad y confianza.
–El tema de las estatizaciones tomó un protagonismo inesperado en la campaña, pero Carrió evitó exponer su punto de vista sobre el tema. ¿Cuál es su posición?
–En medio del reclamo de la gente de salud, educación, justicia, seguridad y trabajo que Macri venga a plantear la discusión de la reestatización de las jubilaciones o de Aerolíneas es vivir en otra galaxia. De Kirchner se sale mirando hacia el futuro y no retrocediendo. Macri y De Narváez son el símbolo del retroceso de la Argentina, que plantea volver a la década del ’90. Ni siempre las privatizaciones son malas o buenas ni las estatizaciones son malas o buenas. El problema es cuando se vinculan con buenos negocios para los amigos. Por eso es un debate falaz. Y si alguien no tiene autoridad para condenar las privatizaciones es Kirchner, que se benefició personalmente con la cantidad de recursos que la Argentina le concedió y de los que todavía no rindió cuentas.
–En una campaña “marketinera”, como usted mencionó, casi no hubo personajes del Acuerdo en “Gran Cuñado”. En cambio, Scioli, De Narváez, Macri y hasta el propio Kirchner por teléfono participaron.
–Que ese programa parodie a la política me parece fantástico. Siempre me gustaron los imitadores. El problema es cuando los reales quieren superar a los personajes. Es patético cuando se suben al escenario a actuar como personajes de parodia los que tendrían que estar resolviéndole los problemas a la gente. El programa demuestra que los dos peronismos son lo mismo. Yo no voy a rifar mis 35 años de militancia por 15 minutos de fama. Tendré un millón de votantes menos pero no lo cambio por lo que he tratado de construir en tanto tiempo.
–¿Qué le parece que el vicepresidente de la Nación encabece la campaña por un partido opositor?
–Siempre digo que hay que estar en la piel de alguien que integra un gobierno y que no se siente identificado con él. Desde la oposición que venga y diga que apoya a la oposición me parece bien.
–¿No hay una contradicción en su actitud?
–Es una contradicción, no hay vuelta que darle. No hay que profundizar mucho para darse cuenta. A mi juicio, él integró ese gobierno equivocado, pero de buena fe y creyendo que compartía cosas. Cometió el error cuando se unió a ellos, no cuando se separó.
–Cobos blanqueó su deseo de ser candidato a presidente, Carrió también y Binner es otra posible opción. ¿Cómo debería dirimirse esa disputa?
–Siempre fortalece a un espacio político que haya muchos candidatos en condiciones de presentarse. La forma de resolverlo será una interna, un consenso, una encuesta. Yo aspiro a que haya un consenso y que se pueda valorar cuáles son los candidatos que mejor representan este espacio. No tiene que ser conflictivo resolverlo.
–Su segundo en la lista, Ricardo Alfonsín, reveló que su deseo es que todos vuelvan a la UCR, incluidas usted y Carrió. ¿Se imagina regresando?
–No. Me imagino en este espacio, que es totalizador, que integramos junto con la UCR. Pero el radicalismo necesita pensarse como un parte un espacio mucho más amplio que los límites del propio partido.
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