La conversación telefónica que mantuvo el ex presidente Néstor Kirchner con el conductor Marcelo Tinelli en la medianoche del jueves fue la última acción publicitaria del kirchnerismo antes de la veda electoral. La charla no duró más de veinte minutos, incluyó varias ironías de ambas partes y dejó un resultado más que satisfactorio para el entorno del candidato. “Estamos muy contentos”, fue la opinión generalizada que circuló ayer entre varios miembros del gabinete. Tras observar cómo había salido el diálogo entre Kirchner, Tinelli y el cómico Freddy Villarreal en “Gran Cuñado”, pero sobre todo al comprobar el espacio que acaparó la conversación en la agenda de los canales de TV (ayer fue uno de los temas del día junto con la muerte de Michael Jackson), en el oficialismo hubo felicitaciones por haber impulsado la aparición de Kirchner en el show de humor. “Pudimos estar en todas las pantallas a pesar de la veda electoral”, analizó ante Página/12 uno de los ideólogos de la iniciativa.

La charla entre Kirchner y Tinelli comenzó pasada la medianoche y se prolongó por casi veinte minutos: la conversación obligó a Canal 13 a postergar el inicio de En Síntesis, la última edición del noticiero. “¿Qué te pasa, Marcelo, son las 12 de la noche, estás nervioso?”, fue el saludo que le dedicó Kirchner a Tinelli apenas le pasaron el teléfono. Durante la conversación, el ex mandatario deslizó en tono de broma algunas chicanas que hicieron sonreír al conductor. “Lo tenemos que hacer en vivo, Marcelo. Vos querés jugar de local, elegir las cámaras, los micrófonos, todo”, ironizó el santacruceño. “¿Marcelo, me vas a tratar mejor que Clarín?”, agregó. Las palabras que deslizó Kirchner en el contrapunto telefónico despertaron rápidas interpretaciones. La primera lectura que circuló fue que el ex presidente no había podido ponerse de acuerdo con Tinelli para establecer las condiciones de su participación en “Gran Cuñado”.

Desde el Gobierno contaron que las negociaciones con Tinelli habían durado varias horas: los contactos entre el conductor y el subsecretario de Medios de la Nación, Alfredo “Corcho” Scoccimarro, habrían empezado a las 9 de la mañana del jueves, y recién se habría llegado a un acuerdo a la hora en que empezaba el acto en el Mercado Central: el santacruceño y la Presidenta llegaron al escenario a las 16. El acuerdo final habría consistido en que Tinelli y Freddy Villarreal se dirigieran a la quinta presidencial para transmitir en vivo desde allí en el horario de “Gran Cuñado”. Sin embargo, según el relato que circulaba entre los funcionarios que siguieron el tema, el acuerdo con Tinelli no habría podido efectivizarse por la negativa de Canal 13 a enviar un camión de exteriores y un satélite para transmitir desde Olivos.

El vértigo de las negociaciones por “Gran Cuñado” contrastó con el clima entre bucólico y relajado que reinó ayer a la tarde en Olivos. Lo que no faltó fue la emoción. Recluidos en la residencia junto a sus principales colaboradores, la Presidenta y su esposo recibieron al diputado nacional Jorge Rivas, quien quedó tetrapléjico y en silla de ruedas tras una agresión sufrida en un robo en Lomas de Zamora. “Te veo muy bien”, le dijo la Presidenta. Rivas llegó a la residencia acompañado por el diputado Ariel Basteiro y el secretario de Relaciones Parlamentarias de la Jefatura de Gabinete, Oscar González. Durante la charla, Rivas se comunicó con sus anfitriones a través de una computadora que tiene un sistema especial que permite emitir sonido y es guiado por la vista y un mouse. “Me acuerdo cuando viniste a visitarme”, le contó Rivas a CFK.