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Los empresarios y Economía no lograron ponerse de acuerdo, ayer, en aumentar a 150 pesos el pago no remunerativo a los trabajadores en relación de dependencia. El ajuste regiría a partir de enero, ya que hasta diciembre los empleados registrados perciben 100 pesos en carácter no remunerativo. Representantes de cámaras empresarias de comercio, servicios, y pequeñas y medianas empresas exigieron algún mecanismo de compensación o que se les permita deducir de impuestos el pago de dichos haberes, planteo que el Palacio de Hacienda rechazó. La discusión continuará las semanas próximas, pero el Gobierno estaría decidido a poner en vigencia el aumento con o sin consenso.
El encuentro se desarrolló en el Ministerio de Trabajo, con la presencia de representantes de la CGE, de CAME, la Cámara Argentina de Comercio, la Unión Industrial Argentina y representantes del sector servicios. Por turno, cada uno fue planteando sus quejas por el cuadro de situación del sector, las dificultades para afrontar un aumento de haberes a sus empleados por más que no fuese remunerativo –no pagan cargas sociales– y la necesidad de encontrar alguna forma de compensación.
La CGE sugirió que las asignaciones no remunerativas pudieran tomarse como pago a cuenta en el impuesto a las ganancias, propuesta que la CAME tomó como propia. La UIA amplió el pedido, requiriendo que los pagos pudieran computarse a cuenta de cualquier impuesto a liquidar por el empleador. La CAC fue más allá, pidiendo una rebaja generalizada de impuestos y que se permita que el monto no remunerativo pudiera pagarse en bonos o ticket canasta. Desde el sector servicios se consideró que en algunas ramas de la actividad hacer frente al pago de 150 pesos adicionales por empleado “es absolutamente imposible”.
Carlos María Llaurado, subsecretario de Coordinación de la cartera de Economía, señaló que el Estado no estaba en condiciones de ofrecer una compensación a los empleadores ni se lo proponía. “No es un subsidio a los puestos de trabajo de cada empresa”, aclaró, rechazando el criterio generalizado de las cámaras patronales que, por distintas vías, sugerían que fuera el Estado el que cargara con el costo.
En Economía creen que el mejoramiento del nivel de actividad le permitiría a las empresas afrontar sin inconvenientes la suba del pago no remunerativo a sus empleados a 150 pesos mensuales. “Es lo que surge del afianzamiento de ciertos indicadores económicos”, sostuvo el funcionario frente a los representantes empresarios. Roberto Sericano, director general de Impositiva, recordó la mala experiencia de los planes de competitividad, que no mejoró la situación económica y resintió la recaudación. No hubo acuerdo, pero habrá nuevas reuniones semanales hasta el lunes 9 de diciembre. Si no hay consenso, el aumento del pago a 150 pesos se resolverá por decreto de necesidad y urgencia.