El consumo de carne per cápita anual descendió de 73 a 59 kilos en un año, un 19,3 por ciento, según un informe de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra). La baja se explica por la fuerte caída del stock ganadero provocada por la sequía del año pasado, pero también por el pase de muchos ganaderos hacia la soja. Esto provocó un faltante de oferta, y un aumento en el precio del ganado en pie, que fue trasladándose a las carnicerías. Frente a este contexto de suba de precios, el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, terminó de definir ayer a los representantes del sector cárnico la lista de precios sugeridos que deberá entrar en vigencia este lunes. El acuerdo apunta a garantizar que el kilo de asado se pueda conseguir a 10,5 pesos. Por otro lado, el titular de la Cámara de Frigoríficos de Santa Fe, Jorge Torelli, afirmó a Página/12 que “se estaría frenando la liquidación de ganado para entrar en una nueva fase de retención que se sentirá en las góndolas para 2011”. Esto es producto de las mejores proyecciones climáticas.

Según el Senasa, entre 2008 y 2009 el número de cabezas de ganado bovino se redujo en 3,15 millones, quedando en 54,4 millones. Eso fue consecuencia de un incremento fuerte de la faena en un contexto de menores nacimientos y alta mortandad provocada por la sequía. Al análisis del sector ganadero hay que agregarle la retracción a manos de la soja, sumado a los movimientos especulativos con los aumentos en los precios.

“En 2010 habrá 4,5 millones menos de faena, con una producción total de 12 millones de cabezas. En el consumo per cápita, esto arrojará una reducción de los actuales 73 kilos por año a los 59 kilos. Esto será así si todo lo que se produce es para consumo interno y nada de exportación, lo que traería aparejado mayor de-sempleo en el sector. Esta crisis es estructural”, afirmó a este diario el titular de Ciccra, Miguel Schiariti, quien mantiene un duro enfrentamiento con Guillermo Moreno, y no participa de las reuniones que el secretario de Comercio Interior organiza con distintos empresarios de la cadena cárnica los viernes.

En febrero el consumo de carne cayó por el aumento de precios –que tuvo un incremento aproximado del 45 por ciento desde comienzos de diciembre–, pero en marzo habría comenzado una paulatina recomposición. Para Alberto Williams, representante de las carnicerías de la ciudad de Buenos Aires, esto se debe a que finalizó el período de vacaciones, por lo que hay más consumidores en la ciudad. Sin embargo, esta paulatina recomposición de las ventas también se observó en algunos frigoríficos del interior del país.

“Con los niveles actuales de faena es previsible llegar a 59 kilos anuales per cápita. El año pasado el sector se caracterizó por una fase de liquidación del stock –principalmente por la sequía y el vuelco hacia la soja–, pero ahora se ve el fin de esta fase para pasar a una época de retención”, graficó a este diario Toreli. Esto se debe a una recomposición climática, mejores pasturas, combinado con un aumento de los precios del ganado en pie. “El cambio se empieza a dar ahora, pero las principales repercusiones se sentirán a mediados de 2011”, agregó el titular de la Cámara de Frigoríficos de Santa Fe.

En el mientras tanto, la secretaría de Comercio Interior comenzará a aplicar nuevamente una política de “precios sugeridos”, en los cortes de novillo gordo. En la última reunión realizada ayer entre Guillermo Moreno, secretario de Comercio Interior, y los representantes de la cadena cárnica, se terminaron de definir los precios que deberán regir en carnicerías y grandes supermercados a partir del lunes. El asado deberá figurar a 10,5 pesos el kilo (hoy oscila entre los 26 y 28 pesos, según el feed lot con el que se trabaje), el vacío deberá costar 12,65 pesos el kilo, el bife ancho rondará los 12 pesos, la bola de lomo se debería ubicar en los 14,6 pesos y el matambre en los 13 pesos.