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El presidente del Banco Central del Uruguay (BCU) anunció que encargará un estudio que determine cuál es el nivel óptimo de reservas internacionales, para definir posteriormente qué usos se dará al excedente. “¿Puede ser para pagar deuda? Cómo no, puede ser. ¿Para apalancar financiamiento de proyectos de infraestructura? Cómo no”, se preguntó y respondió Mario Bergara, titular de la entidad monetaria, sin que por ello se escandalizara la prensa ni la oposición. Ocurrió en el marco de una exposición en Montevideo, el miércoles último, frente a directivos empresarios. Que tampoco se escandalizaron.

Las definiciones de Bergara respecto de la posibilidad del pago de deuda externa con reservas son las primeras en tal sentido desde la asunción de José Mujica como nuevo presidente del Uruguay, el 1º de marzo. El titular del BCU ya ejercía ese cargo en el gobierno de Tabaré Vázquez.

El estudio que encarará el BCU, que prevé finalizar “en los próximos meses, en un tiempo relativamente corto”, dijo Bergara, buscará determinar cuál es el nivel óptimo de reservas que la entidad debe mantener “para tener cierta salvaguarda en caso de desastres financieros o económicos”. Una vez terminado el estudio, la intención es definir junto al Ministerio de Economía cuál es el mejor uso que se le pueda dar a ese excedente.

En su exposición ante un foro organizado por la Asociación de Dirigentes de Marketing del Uruguay, Bergara señaló que la acumulación continua de reservas, producto de la compra de dólares en el mercado para sostener el valor de la divisa, hacía presumir la existencia de un excedente que podría utilizarse en beneficio de la economía productiva. Dicha percepción “surge ahora, obviamente no la teníamos en la crisis de 2002, porque no había reservas excedentes en absoluto”.

Pedro Buonomo, subsecretario de Economía en el gobierno de José Mujica, al comentar los dichos de Bergara coincidió en que, entre las posibilidades de aplicación de las reservas excedentes, se cuentan la de pagar deudas o crear “un fondo que apalanque inversión privada en obras”. Lo señaló en declaraciones al diario El País de Montevideo.

Por el mismo medio, se informó ayer que las reservas del Banco Central alcanzaban el miércoles a 8088 millones de dólares. De ese total, 3500 millones figuran como de libre disponibilidad de la autoridad monetaria. El resto corresponde a depósitos de los bancos y otras entidades del sistema (2839 millones) y a fondos del gobierno administrados por el BCU (1661 millones de dólares). El estudio que encarará la entidad determinará qué parte de los 3500 millones de libre disponibilidad sería óptimo mantener para cubrirse de eventualidades, de forma de poder discutir posteriormente qué hacer con el excedente.