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”El pronóstico es reservado. No tenemos ninguna garantía de que esta vez se firme el acuerdo.” La frase, dicha a Página/12 por un miembro del equipo económico, revela el contraste entre las expectativas del entorno del ministro Roberto Lavagna con los pronósticos de Eduardo Duhalde. El jefe de Estado aseguró a mediados de diciembre que el acuerdo con el Fondo se firmaría el 8 de enero. Después hizo una última corrección y prometió que la negociación cerraría el 15. Pero ahora en Economía vuelven a echar sombras sobre un final exitoso para las conversaciones, a pesar del renovado apoyo del Grupo de los Siete.
Ayer, el presidente francés, Jacques Chirac, le pidió a Horst Köhler, titular del FMI, un rápido acuerdo con la Argentina. “Cuánto más pase el tiempo, tanto más difícil será la situación”, opinó Chirac durante el encuentro que mantuvo con el alemán, según reveló la vocera presidencial, Catherine Colonna. “Hay que esforzarse para alcanzar ese objetivo. No hay que ser demasiados puntillosos”, agregó el presidente de Francia. Köhler declinó hacer declaraciones públicas a la salida de la reunión.
Con su petición, Chirac no hizo otra cosa que ratificar la posición que vienen mostrando los países más poderosos respecto de la relación del Fondo con la Argentina. Pero esa presión, creen en el Palacio de Hacienda, aún no logró torcer la voluntad del staff del organismo, con Köhler y la inflexible Anne Krueger a la cabeza.
En Economía piensan que la definición empezará a dibujarse recién a partir de pasado mañana, cuando una nueva misión llegue desde Washington. Esos técnicos, liderados por John Dodsworth, subdirector del Departamento del Hemisferio Occidental, analizarán los últimos datos de la macroeconomía y las variables financieras. Pase lo que pase, Lavagna ya tomó una decisión: no girará los 1065 millones de dólares del vencimiento de deuda de mediados de este mes si antes no se rubrica el acuerdo. “Nosotros seremos consecuentes con la determinación tomada en noviembre, que fue dejar de abonar con las reservas del Banco Central los vencimientos con los organismos. Si la Casa Rosada quiere hacer otra cosa, serán esos funcionarios los que corran con la responsabilidad”, afirmó la fuente. Al respecto, en el Palacio de Hacienda no descartan que el Ejecutivo pretenda cambiar de estrategia al ritmo del vértigo del escenario político.
En sintonía con la moderación del Palacio de Hacienda, el jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof, dijo ayer por la mañana que “no hay fecha” para firmar el acuerdo con el Fondo. Habló simplemente de “una gran expectativa” de los funcionarios en vista de la reunión de Directorio del Fondo que mañana se realizará en la capital estadounidense. En ese encuentro se analizará el caso argentino.
En el círculo íntimo de Lavagna sostienen que los técnicos del FMI siguen preocupados por la situación política en la Argentina. No sólo por la cuestión electoral sino también por la incertidumbre ante los amparos judiciales, la posible redolarización y la falta de respuestas a los pedidos de aumentos tarifarios. El mismo menú de siempre.