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Para encontrar un año con menos ventas de 0 kilómetro que las de 2002 hay que remontarse a 1959. Ese año se colocaron 39.333 unidades. Ya en 1960 las ventas saltaron a 92.828 vehículos. Pasaron más de cuatro décadas y en la peor crisis económica argentina la demanda interna se redujo a 82.345 unidades. Las cifras aparecen publicadas en el anuario de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa), que ayer presentó las cifras de diciembre pasado y el balance del año. La virtual desaparición del financiamiento, la incertidumbre económica y la postergación de compras de bienes durables habitual en épocas turbulentas explican el desastre de las ventas de 2002. Las terminales proyectan para 2003 colocaciones por 110.000 unidades, apenas por arriba de las 107.819 de 1963.
El impacto en el empleo de la crisis del sector automotor fue la pérdida de unos 1200 puestos de trabajo sólo en las terminales, que redujeron sus planteles a unos 16.000 operarios. Además, las fábricas mantuvieron a su personal suspendido la mayor parte del año. En la planta de Fiat en Córdoba, por ejemplo, no se produce un solo coche desde setiembre de 2001. Para este año la perspectiva es que las terminales mantengan sus planteles y que lentamente vuelvan a recuperar días de trabajo. También en Córdoba, Renault pasaría de tres a cuatro días de trabajo semanal, mientras que en las demás terminales la recuperación se daría en la misma proporción.
Como se mencionó más arriba, en 2002 se vendieron 82.345 vehículos, un 53,4 por ciento menos que las 166.137 unidades de 2001. En diciembre, en tanto, se colocaron 7099 unidades, con una baja de 20,4 por ciento respecto de igual mes del año pasado y una disminución de 1,8 por ciento en relación con noviembre último.
La producción también terminó 2002 por el piso, con 159.401 vehículos fabricados. Esto es un 32,3 por ciento menos que en 2001. Para este año las terminales proyectan la producción de 260.000 unidades, lo que equivale al nivel de 1971. En diciembre, en tanto, se fabricaron 11.705 vehículos, un 53,1 por ciento más que el caótico diciembre de 2001, pero un 25,9 por ciento menos que en noviembre pasado.
Las terminales tienen una capacidad instalada para producir 850.000 unidades al año. Fuentes del sector señalaron a Página/12 que si las empresas se quedaron en el país durante un año terrible como 2002, difícilmente alguna vaya a irse en este momento. Pero se mantendrán muy ajustadas, con el personal mínimo y turnos reducidos. Las empresas seguirán desarrollando planes de ahorro previo y otros esquemas de financiación para buscar un incremento en las ventas, aunque todo se hará muy gradualmente.
Las mayores expectativas están puestas en las exportaciones. Por los acuerdos bilaterales firmados con México y Chile, se prevén ventas a esos mercados por 50.000 y 27.000 vehículos, respectivamente. A Brasil, en tanto, se venderían unas 120.000 unidades. Esto arroja un total de unos 200 mil vehículos exportados en 2003, contra los 123.062 de 2002. Esta última cifra fue un 20,7 por ciento inferior a la de las exportaciones de 2001. En diciembre pasado, finalmente, se vendieron al exterior 9131 unidades, un 39,5 por ciento más que en igual mes del año anterior, pero un 17,2 por ciento menos que en noviembre último.