La actividad fabril arrancó el año con un crecimiento del 10,5 por ciento respecto de enero de 2010. El dato que entregó ayer el Indec confirma una tendencia que se observó a lo largo del año pasado, con la industria avanzando por arriba del promedio de la economía. Los resultados finales en aquel caso fueron 9,7 y 9,1 por ciento, respectivamente. Otra línea de continuidad la marcaron los sectores que lideraron el crecimiento manufacturero, con el automotor en primer lugar, la metalmecánica un escalón más abajo y los proveedores de insumos para la construcción y los textiles completando el podio. Sobre doce bloques industriales, nueve registraron subas interanuales en enero.

“Los primeros indicadores de la actividad en 2011 son muy alentadores”, valoró la ministra del área, Débora Giorgi. La encuesta de expectativas entre industriales para este mes reflejó optimismo. El 83,1 por ciento previó un ritmo estable de la demanda interna, contra un 13,1 que anticipó una suba y sólo el 3,8 por ciento visualizó una baja. En materia de exportaciones, el 66 por ciento estimó un ritmo estable en sus envíos, el 25,9 proyectó un aumento y el 8,1 una caída. Y en cuanto a la dotación de personal, el 97,7 por ciento no tenía previsto hacer cambios este mes y el 2,3 suponía que la aumentaría.

Uno de los rasgos del sector industrial que también está presente desde hace meses es el incremento en el uso de la capacidad instalada. En enero se ubicó en un nivel promedio de 69,5 por ciento, contra 66,6 de igual mes de 2010. Esta suba constante está generando situaciones de tensión en rubros como la refinación de petróleo, el cemento, el vidrio y otros materiales para la construcción, los productos químicos, los de caucho y plástico y los textiles. Los porcentajes de utilización no son altos durante el verano, ya que las fábricas operan a menor ritmo por las vacaciones y las paradas técnicas, pero en los últimos meses del año pasado el promedio estuvo entre 82 y 83 por ciento, con todos aquellos sectores en un rango del 88 al 94 por ciento.

Esta situación puede generar cuellos de botella en la oferta que impacten sobre los precios de esos sectores. Giorgi hizo una lectura distinta. “La producción crece a un mayor ritmo que el uso de la capacidad instalada, lo que da cuenta de un proceso inversor en la industria que amplió esa capacidad”, evaluó. “Estos indicadores dan muestra de la solidez de nuestro entramado productivo y de la certeza de un crecimiento sostenido a mediano y largo plazo”, completó. El promedio anual de uso de la capacidad instalada fue del 72,0 por ciento en 2008, 72,3 en 2009 y 77,7 en 2010.

Los datos del Estimador Mensual Industrial (EMI) que adelantó ayer el Indec volvieron a ubicar al sector automotor como locomotora del crecimiento. Registró una expansión del 38,6 por ciento interanual. Este resultado tiene fuerte incidencia sobre el indicador fabril, por la alta ponderación del rubro. La perspectiva para el año es otra vez muy positiva. El resto de la metalmecánica también subió fuerte: 26,9 por ciento interanual. El bloque de insumos para la construcción avanzó 14,4 por ciento, con un desempeño destacado del cemento, que trepó 17,6.

En el caso de la industria textil, la mejora fue del 10,7 por ciento, y en el de productos químicos, del 9,8. La situación de las industrias alimentarias es particular, porque como bloque creció 3,6 por ciento, pero con una fuerte caída del 21,2 por ciento en el procesamiento de carnes rojas y alzas de dos dígitos en molienda de cereales, azúcar, yerba y bebidas. Otras subas fueron las de cigarrillos (7,2), edición e impresión (4,1) y aluminio y acero (5,3). En cambio, bajaron los bloques de refinación de petróleo (-6,5), productos de caucho y plástico (-5,8) y papel y cartón (-0,2).