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El balance de gastos e ingresos de la administración nacional cerró enero con un superávit primario de 2105 millones de pesos. Descontando el pago de servicios de la deuda, el resultado financiero sigue siendo positivo, en 88,1 millones de pesos. Amado Boudou atribuyó este resultado, que mejora largamente la performance del inicio de 2010, al mayor nivel de ingresos ligados al nivel de actividad económica. Además, se alcanzó sin recibir aportes del Tesoro Nacional ni giro de utilidades del Banco Central, como ocurrió en meses anteriores.

Los ingresos totales sumaron 31.960 millones de pesos, con un crecimiento del 40,5%, mientras que el Gasto Primario avanzó 37,5%, a 29.855 millones. El ministro de Economía adelantó que el Gobierno no tomará deuda en los mercados internacionales, continuando con su política de desendeudamiento.

Entre las erogaciones se destacan 6300 millones en remuneraciones, 4800 en Bienes y Servicios, y algo más de 2000 millones en el pago de la deuda. Las transferencias al sector privado, especialmente subsidios para energía eléctrica y transporte se llevaron 7200 millones de pesos.

En otro orden, Boudou evaluó ayer que la negociación con el Club de París por la deuda en default “avanza muy bien”, aunque admitió que todavía no se acordó el valor actualizado ni hubo acercamientos sobre el cronograma de pago. “La solución le tiene que permitir crecer a la Argentina. Si no, no vamos a avanzar”, puntualizó el ministro.

Con respecto a la reciente reunión de ministros del Grupo de los 20, señaló que “la postura de los países desarrollados (proponiendo máximos a las materias primas) es de una gran hipocresía”. “El problema del hambre no tiene que ver con el precio de los commodities, sino con la falta de generación de trabajo en los países más pobres del mundo”, remarcó.