Nada ha cambiado. El primer encuentro en el Senado tras el receso parlamentario volverá a reproducir los escarceos entre el kirchnerismo y la oposición por la conformación de las comisiones legislativas de la Cámara alta. En la reunión de Labor Parlamentaria del próximo lunes, ambos bandos ratificarán su voluntad de mantener a las actuales autoridades del Senado y buscarán sellar un acuerdo para sesionar al menos una vez al mes, debido al disperso calendario electoral que culminará en octubre con la elección presidencial. Pero el bloque K planteará también que está dispuesto a dar pelea por recuperar asientos en varias de las comisiones estratégicas. La oposición, encabezada por la UCR y el PJ disidente, irá a la reunión con la intención de bloquear la embestida oficialista y la amenaza K de dirimir la disputa con una votación en el recinto de sesiones.

La reunión de Labor en el Senado será el próximo lunes, un día antes de que la presidenta Cristina Fernández inaugure un nuevo período parlamentario. Los duros enfrentamientos entre oficialistas y opositores postergaron hasta ahora la sesión preparatoria –que tradicionalmente se realiza en diciembre– en la que se eligen las autoridades de la Cámara para el siguiente año legislativo. Nada hace pensar que habrá modificaciones en ese sentido, aunque la disputa volverá a pasar por la integración de las comisiones legislativas.

La bancada K volverá a proponer al senador bonaerense José Pampuro como presidente provisional de la Cámara alta, y tercero (después del vicepresidente) en la línea sucesoria presidencial. Mientras que la oposición también volverá a ratificar a los otros tres hombres que colocó en la conducción del Senado: el radical pampeano Juan Carlos Marino en la vicepresidencia, el peronista salteño anti K Juan Carlos Romero en la vice primera y el también peronista disidente sanjuanino Roberto Basualdo en la vice segunda.

La otra propuesta opositora será sellar el compromiso de sesionar en la Cámara alta al menos una vez al mes en medio del disperso cronograma electoral, que incluye el adelantamiento en ocho provincias de sus elecciones para gobernador y al que se suman las internas abiertas, simultáneas y obligatorias de agosto para la elección de los candidatos presidenciales que se presentarán a la contienda de octubre.

Pero, como ya lo había adelantado a Página/12, el jefe de los senadores K, Miguel Angel Pichetto, el oficialismo buscará recuperar varios asientos en las comisiones legislativas. Tras el recambio parlamentario de 2009, el Grupo A le arrebató al kirchnerismo –que mantenía su condición de primera minoría– la mayoría en todas las comisiones y las presidencias en casi todas ellas.

Incluso, para conseguir los votos necesarios en el recinto, el Grupo A le concedió entonces al riojano Carlos Menem tres lugares en comisiones clave como Presupuesto, Asuntos Constitucionales y Acuerdos. El oficialismo sólo se quedó con seis de los quince senadores que integran cada una de ellas. Los K aspiran ahora y “de mínima” a recuperar esos asientos para su bloque. El lunes Pichetto le adelantará a la oposición que irá por esos lugares a través de un acuerdo o forzará un nuevo reparto en una votación en el recinto.

La negativa a la propuesta oficialista volvió a abroquelar al ya disuelto Grupo A detrás de un argumento reglamentario: “Las comisiones son elegidas por dos años tras cada recambio legislativo”, afirman apelando al reglamento interno de la Cámara, aunque prefieren mantener en reserva “el as” que dicen guardar en la manga para bloquear las aspiraciones del bloque K. Oficialismo y oposición volverán a confrontar en medio de una frágil paridad de fuerzas.