La presidenta Cristina Fernández de Kirchner exhortó a los responsables de la puja distributiva a conducir el proceso de negociaciones salariales con madurez, seriedad y responsabilidad. La solicitud de la mandataria llegó a pocas semanas de que comiencen a negociarse las principales paritarias del año. En los últimos días los empresarios y sindicatos, los que “lloran que siempre pierden” y los que “gritan para que les den cosas”, según definiciones de CFK, comenzaron a marcar el terreno antes de discutir salarios y condiciones de trabajo. La conducción de la CGT estima que, aunque no existen pisos ni techos, el promedio de los aumentos rondará el 28 por ciento y el sector patronal reiteró que los acuerdos se traducirán directamente en inflación.

“Tenemos que medir y valorar lo que hemos logrado en estos años, que no quiere decir conformarse. Nadie está pidiendo que nadie renuncie a nada, ni los empresarios a la rentabilidad ni los trabajadores sindicalmente organizados a tener mejores condiciones laborales”, consideró la Presidenta en la Casa Rosada ante un auditorio colmado de empresarios. Antes del inicio de las negociaciones salariales y tras la frustrada convocatoria al acuerdo económico y social tripartito, CFK advirtió que la defensa de las posiciones de cada sector “no puede poner en juego la sustentabilidad del modelo porque perdemos todos. Pero como yo no soy neutral, no soy Suiza, siempre la historia me ha demostrado que cuando esas cosas fracasan son los sectores de menor fuerza los que terminan pagando el pato, los que no pueden seguir viviendo bien son los trabajadores”.

Cristina Fernández de Kirchner explicó que “estructuralmente la economía argentina no tendría que tener determinadas tensiones, salvo que se produzca una irracional puja por la distribución del ingreso de ambos lados”. Desde la CGT afirmaron que nadie “pide lo que sabe que no le van a dar” y en el Ministerio de Trabajo enfatizaron que ninguna empresa firma un acuerdo que sabe que no puede cumplir, al tiempo que reiteraron que al momento de negociar salarios incide un amplio grupo de factores, además de la evolución de precios, como el poder de negociación, la rentabilidad sectorial y el retraso relativo de las remuneraciones.

En diálogo con este diario, el secretario de Capacitación de la central sindical, Juan Carlos Schmid, reivindicó la política de negociación salarial instalada a partir de 2003 y recordó que “llevamos siete años consecutivos de negociación colectiva, algo que no había ocurrido jamás. Es un instrumento clave del modelo que fue creciendo, pero se han escuchado muy pocos gritos, casi no han existido huelgas duras para reclamar aumentos salariales”. El año pasado se firmaron alrededor de 1600 convenios colectivos, mientras que en 2006 la cifra no superaba los 1000 acuerdos. El sindicalista de Dragado y Balizamiento consideró que “las negociaciones están comenzando, cada sindicato tiene su realidad y sabe lo que puede reclamar. La calificación (de llorones) sí les cabe a los empresarios, que siempre se han manifestado de esa forma, pero nunca han registrado los márgenes de ganancia que tienen ahora”.

Por su parte, Héctor Méndez, ex presidente de la UIA y titular de la cámara del sector plástico, que estuvo presente en el acto en Casa Rosada, expresó que “tenemos que atender el llamado del Gobierno para evitar que no suceda un desborde. Nadie puede estar en contra de una mejora salarial, pero no se puede poner en riesgo la solidez de las empresas. Es muy difícil negociar con un sindicalismo fuerte”.