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La Cámara de Diputados le dio media sanción anoche al proyecto que modifica la ley de software, al extender su vigencia hasta fines de 2019 y estimular con beneficios fiscales adicionales las exportaciones del sector. La iniciativa, promovida por el Gobierno, obtuvo 140 votos a favor, 5 abstenciones y ninguno en contra.

La primera ley de promoción del software fue aprobada en 2004 con una vigencia de diez años. Entre los principales beneficios se destacó la estabilidad fiscal, la reducción del 60 por ciento del impuesto a las Ganancias y la posibilidad de computar a cuenta de ese gravamen el 70 por ciento de las cargas patronales. Además, el Gobierno aportó dinero a través de Fonsoft, un fondo fiduciario creado en 2004. Otro incentivo provino de la Secretaría de la Pequeña y Mediana Empresa, que alentó la generación de clusters, organizó misiones comerciales y aportó recursos para capacitación.

Todos esos beneficios tuvieron un fuerte impacto. En los últimos seis años, el software fue el sector productivo que más creció. Aumentó su producción un 278 por ciento, sus exportaciones un 329 por ciento, y el nivel de empleo un 240 por ciento. En lo que refiere específicamente a las ventas externas, en 2004 aportaron 170 millones de dólares; en 2006 cerca de 300 millones; en 2008, 504 millones y en 2010, 730 millones de dólares. Aun en medio de la recesión de 2009, las exportaciones crecieron 9 por ciento. En la actualidad, se exporta a 45 países, la mayoría latinoamericanos, pero también se vende a Estados Unidos, Canadá, Italia y España. El incremento de las exportaciones en el período 2004-2010 fue de un promedio anual de 21,8 por ciento, cifra que supera la media de las ventas externas de bienes en ese lapso, que fue del 12 por ciento; y la de servicios que fue del 16,7 por ciento. El 55 por ciento de las firmas del sector exporta.

Pese a ello, varios especialistas consideraban ya desde hace tiempo que los incentivos oficiales eran escasos comparados con los recursos que invierten otras naciones que promocionan el software para mejorar su inserción internacional. Por eso, y dado los resultados que se obtuvieron a partir de la ley de 2004, el Gobierno decidió impulsar la ampliación de las ventajas. La ministra de Industria, Débora Giorgi, fue durante los últimos dos años la principal defensora de la iniciativa que ayer obtuvo media sanción.

El proyecto, que ahora deberá ser tratado por el Senado, establece una extensión por cinco años de la ley de vigencia del Régimen de Promoción, que vence en 2014. Además, permite que las firmas exportadoras puedan cancelar el Impuesto a las Ganancias con el bono fiscal que reciben en la actualidad, equivalente al 70 por ciento de las contribuciones patronales que realizan. También se contempla que la desgravación del 60 por ciento en el monto del impuesto a las Ganancias incluya las utilidades provenientes del exterior.