Los gobiernos de Argentina y Brasil intentarán llegar hoy a un acuerdo para destrabar el conflicto comercial que se desató hace tres semanas. La ministra de Industria, Débora Giorgi, viajará a Brasilia para reunirse con su par del país vecino, Fernando Pimentel. El encuentro se producirá con la publicación todavía fresca de los últimos datos de intercambio comercial, que hizo ayer la cartera de ese funcionario. Allí se aprecia un importante deterioro de la balanza para la Argentina, motivado especialmente por las trabas a los envíos de automóviles por la aplicación de licencias no automáticas de importación. Según fuentes del sector privado, ayer no hubo entrega de permisos para los vehículos frenados en la frontera, que ascienden a unos 6 mil.

El déficit bilateral de la economía local llegó en mayo a 626 millones de dólares, un incremento de 88,5 por ciento respecto del registrado un año atrás. De forma acumulada en los primeros cinco meses de 2011, el déficit llega a 1955 millones, una suba de 111 por ciento interanual (926 millones en igual lapso de 2010). Más allá del crecimiento del rojo comercial, la situación estructuralmente deficitaria para la Argentina, reflejo de las profundas asimetrías entre ambas economías, será el principal argumento que utilizará el gobierno nacional en el encuentro de hoy para intentar mantener el esquema de administración de comercio y normalizar las exportaciones de autos.

Se espera que los gobiernos lleguen a un acuerdo en maquinaria agrícola y baterías –sectores donde podría instalarse un esquema de autolimitación por parte de Brasil–, línea blanca, neumáticos y calzado. También el gobierno argentino buscará definir un plazo para que el gobierno vecino libere las licencias para los vehículos terminados, que rondaría entre 4 y 10 días. Asimismo, Argentina planteará problemas de acceso a ese mercado para el aceite de oliva, bebidas alcohólicas, leche en polvo y mosto a granel.

Según los datos del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, que encabeza Pimentel, Brasil exportó en mayo a la Argentina por 1920 millones de dólares, lo que implica un crecimiento de 31,4 por ciento interanual. Los bienes que la Argentina le vendió a Brasil en mayo sumaron 1294 millones de dólares, una suba de 5,9 por ciento anual. Las consecuencias del conflicto comercial con el país vecino se visualizan aún con mayor claridad en la comparación contra abril último, donde las ventas argentinas bajaron un 13,4 por ciento, mientras que el avance de las exportaciones de Brasil a la Argentina fue vertiginoso, llegando al 9 por ciento.

La merma en las exportaciones hacia Brasil se explica sobre todo por la caída en el envío de vehículos a partir de las licencias no automáticas de importación que implementó el gobierno vecino. Con esa jugada, Brasil pretende controlar la entrada de vehículos asiáticos y presionar a la Argentina para que relaje su política de administración de comercio. En los distintos puntos fronterizos donde hubo inconvenientes sólo se permitió la entrada de vehículos a cuentagotas, y por eso la mayoría de las terminales radicadas en el país suspendieron los envíos y acumularon stocks en los alrededores de las fábricas. Según fuentes del sector, aún hay unos 6 mil vehículos varados, debido a que ayer no se registró la entrega de nuevas licencias de importación por parte del gobierno brasileño.

A pesar de la disputa comercial, el intercambio bilateral fue record en mayo, con 3214 millones (19 por ciento superior a mayo de 2008). Argentina fue el tercer principal destino de las ventas brasileñas, detrás de China, que adquirió del país vecino bienes por 4703 millones de dólares, y Estados Unidos (2427 millones). Suponiendo que el conflicto comercial se resolviera en el corto plazo, en Industria advierten que este año el déficit superará al máximo registro de 4671 millones de 2008.

También se alcanzó un record de comercio en lo que va del año, donde la sumatoria de las operaciones llegó a 14.949 millones de dólares. Las principales exportaciones de Brasil hacia Argentina fueron autos y autopartes, máquinas y equipamientos, mineral de hierro, energía eléctrica, combustible, plásticos, productos siderúrgicos y aviones. Las importaciones desde Argentina se explicaron por autos y autopartes, nafta para uso petroquímico, gas, trigo, plásticos, harina de trigo, hortalizas, leche y lácteos.