La agencia de calificaciones Moody’s ayer volvió a recortarle la nota a la deuda de Grecia, en momentos en que se debate un nuevo paquete de rescate para la economía helénica. La compañía de rating rebajó tres escalones, de “B1” a “Caa1” –dentro de lo que se considera especulativo– y asignó perspectivas negativas a los títulos soberanos griegos. “Esto implica que sus principales acreedores, como el Fondo Monetario, podrían exigirle la participación de bonistas privados en una reestructuración como condición para continuar con los rescates”, según explica un informe de la consultora Capital Markets Argentina. El panorama negativo en la calificación además deja la puerta abierta a nuevos recortes.

En tanto, el gobierno griego y la misión técnica de la Unión Europea, el FMI y el Banco Central Europeo (BCE) debatían anoche más medidas de ajuste fiscal, para liberar fondos y otro paquete de asistencia financiera. Entre las medidas que se estudiaban se encuentra modificar los contratos de trabajo para bajar el salario de los jóvenes de entre 18 y 25 años. Esto se suma al alza del impuesto a la circulación de vehículos, cigarrillos y bebidas, además de una fuerte política de privatizaciones.

La cuarta ronda de tratativas procura establecer si Grecia cumplió con el programa de medidas al que fue obligado y dio origen a la asistencia financiera de 2010. De ese análisis dependerá si los organismos destraban los 12.000 millones de euros de ese paquete, además de un nuevo préstamo, por unos 60.000 millones para el bienio 2012-2013.