ECONOMíA
Singh vino en persona a firmar el certificado de buena conducta
Llegó, se reunió con Lavagna y Prat Gay y emitió de inmediato el comunicado: metas cumplidas. Anoop Singh vino a dar un espaldarazo y a auscultar qué piensan hacer los candidatos. El FMI le impone su propio pulso a la transición.
“Las metas cuantitativas a fines de enero se cumplieron con cómodo margen”, admitió ayer el FMI, al concluir la primera revisión del acuerdo con Argentina. Después de pasar ese examen, al Gobierno le quedan por aprobar los objetivos de marzo y podrá cantar las hurras. Su tormentosa relación con el organismo quedará en la historia y la difícil tarea de negociar y cumplir metas pasará al próximo gobierno. La misión del Fondo que se encuentra en el país desde hace una semana se completó con el arribo de Anoop Singh, jefe del Departamento para Asuntos Especiales. Por la tarde, el enviado del FMI se entrevistó con Roberto Lavagna y con Alfonso Prat Gay y, tras ello, firmó el documento que confirma que el país respetó los compromisos pactados con el Fondo.
No era necesario que Singh viajara miles de kilómetros para cumplir con esa formalidad. Su visita persigue dos objetivos centrales. El primero, discutir con Lavagna los pasos a seguir en caso de que la Corte Suprema redolarice los depósitos. El segundo, reunirse con economistas, politólogos y operadores de los candidatos presidenciales para ir tanteando opiniones, en vistas del recambio de gobierno. Singh se quedará hasta el jueves y es posible que mantenga algunos encuentros con los propios candidatos.
El sucesor de Duhalde tendrá un margen de tres meses para cerrar un nuevo convenio, dado que el acuerdo vigente vence a fines de agosto. La negociación será incluso más difícil que la que padeció la actual administración. La presión del staff del Fondo avanzará sobre cuestiones que en esta oportunidad, dado el carácter transitorio del acuerdo, quedaron de lado o fueron incluidas como metas meramente indicativas, tales como la reestructuración de la deuda con los acreedores privados y la privatización de la banca pública. Singh vino a recoger impresiones sobre cómo se posicionan los candidatos frente a esos y otros temas.
En cuanto al accionar del Gobierno en caso de un fallo redolarizador, la respuesta de Economía fue que confían en que la Corte, si es que finalmente se pronuncia, será flexible. Esto quiere decir que dejará en manos del Poder Ejecutivo establecer cómo se restituyen los dólares a los ahorristas. “Primero hay que ver el fallo, analizar si se limita al caso San Luis o si da referencias sobre otros depósitos, y después decidir”, indicó un funcionario de Economía. “Si el tribunal deja al Estado definir cómo y cuándo se devuelven los fondos, la idea es entregar un bono por la diferencia entre 1,40 más CER y la cotización actual del dólar”, añadió.
Un tema en discusión es si el bono también se entregaría a quienes ya retiraron su dinero de los bancos, previa pesificación, o sólo a quienes aún tienen dinero en el banco. Si ocurriera esto último, se daría la situación de que los ahorristas de montos más bajos se quedarían sin compensación, mientras que los grandes, que no pudieron sacar la plata, lograrían recuperar casi la totalidad de lo que tenían.
Más allá de esas cuestiones, en el Palacio de Hacienda destacaron el buen paso con que se cumplieron las metas de enero. El FMI lo reconoció a través de un comunicado emitido por su representante permanente en el país. “El programa financiero de Argentina, respaldado por el FMI, está encaminado, y se cumplieron todas las metas cuantitativas a fines de enero”, menciona. Lo único que falta para cumplir con las metas es que el Congreso termine de aprobar una serie de modificaciones impositivas, pero Singh se dio por satisfecho, a esta altura, con que esos cambios ya tengan media sanción parlamentaria.