El Gobierno dio un paso más para lograr su objetivo de un ingreso de divisas superior a 10 mil millones de dólares durante este año. En mayo, la balanza comercial arrojó un superávit de 1517 millones de dólares, que representó una disminución interanual del 11 por ciento, y en los primeros cinco meses del año, la brecha entre importaciones y exportaciones sumó 6312 millones de dólares, un 32 por ciento más que el acumulado en igual período de 2011, cuando el saldo favorable era de 4766 millones de dólares. El incremento se da por las importaciones, que en el año bajaron 4 por ciento, y las exportaciones, que aumentaron uno por ciento.

Los datos surgen del informe mensual sobre el intercambio comercial argentino que ayer difundió el Indec. El superávit se busca incrementar con el control sobre el comercio exterior, sustituyendo bienes que se puedan producir a nivel local. Ejemplos son el arancel del 14 por ciento aplicado a los bienes de capital no producidos en el país o las disposiciones a que las empresas mineras creen un área dedicada a la sustitución de importaciones con ayuda del gobierno nacional. A pesar de la crisis económica internacional, la política de control del comercio exterior logró incrementar la diferencia entre importaciones y exportaciones en lo que va del año y comparado con 2011.

Las exportaciones en mayo reportaron ingresos por 7556 millones de dólares, con una caída del 7 por ciento interanual. El menor volumen exportado se explica por una disminución de las cantidades vendidas en torno del 8 por ciento y un leve aumento de precios, del uno por ciento. Los rubros que registraron mayores bajas son los productos primarios, con 11 por ciento; manufacturas de origen agropecuario, con 2 por ciento, y manufacturas de origen industrial, con el 12. En este último se encuentra el sector minero, donde la caída se explica porque las empresas no están exportando ante la disposición de tener que liquidar las divisas en el mercado local en el transcurso de treinta días posteriores a la venta. Las empresas dicen necesitar 180 días por lo menos para liquidar sus ingresos, ya que los tiempos son muy cortos.

Los aumentos en las exportaciones fueron en combustibles y energía, con el 15 por ciento. La composición de las exportaciones muestra una igualdad entre las manufacturas de origen industrial, con 33 por ciento, y las manufacturas de origen agropecuario, con 34, y por detrás los productos primarios, con un 25, y combustibles y energía, con 8.

Las importaciones ascendieron a 6039 millones de dólares en mayo, con una caída del 5 por ciento interanual. Esto se debió a una baja de las cantidades del 11 por ciento, pero un fuerte aumento de precios del 7 por ciento. Las bajas más fuertes se registraron en bienes de capital, con un 30 por ciento; vehículos automotores de pasajeros, con 19, y piezas y accesorios para bienes de capital, con 9. Los aumentos en las importaciones fueron únicamente en los combustibles y lubricantes, con un 39 por ciento, representando en términos absolutos 371 millones de dólares. El rubro combustibles en mayo creció 39 por ciento y acumula una suba de 21 por ciento en lo que va del año (3530 millones de dólares). El Gobierno intervino YPF para tratar de revertir esta situación, pero los especialistas coinciden en que recién podría comenzar a notarse un cambio en el mediano plazo.

En cuanto a la composición de las importaciones, la mayor parte se compone de bienes intermedios, con un 30 por ciento; seguido por piezas y accesorios para bienes de capital, con 21; bienes de capital, con 17; combustibles y lubricantes, con 14, y bienes de consumo, con 10.

En estos cinco meses, los principales socios comerciales de Argentina son el Mercosur, destino del 24 por ciento de las exportaciones y origen del 29 por ciento de las importaciones, dejando un saldo negativo durante este año. Lo siguen en importancia los países asiáticos, destacándose China, con una participación en las exportaciones del 16 por ciento y en las importaciones del 21.