El dólar cerró ayer a 4,93 pesos, mientras que en el segmento ilegal la cotización fue de 7,06 pesos para la venta. Las reiteradas interrupciones que se registraron durante la última semana en el sistema de validaciones de la AFIP con los bancos para compra de moneda extranjera direccionó la demanda al mercado paralelo. Frente a la premura de los turistas por el comienzo de sus vacaciones, las cuevas y los arbolitos de la city aprovecharon para ampliar la brecha hasta un 42 por ciento respecto del precio oficial. Según coincidieron en señalar varios cambistas, desde el viernes pasado el sistema se paraliza cerca del mediodía y no se restablece hasta la mañana siguiente. Fuentes oficiales aseguran que la situación tiene que ver sólo con “interrupciones del sistema o por agotamiento de la cantidad diaria de dinero” ante una “gran demanda”.

En octubre de 2011 se implementó por primera vez el sistema de validación de operaciones cambiarias, que durante el transcurso del año pasado se endureció, hasta que el Banco Central limitó la venta de divisas sólo para fines turísticos. El objetivo de los controles fue desestimular el atesoramiento en dólares. Entre las medidas dispuestas, la AFIP determinó que las consultas para compra de la moneda del destino a visitar por el contribuyente pueden realizarse en cualquier momento –siempre que se acredite documentación del viaje–, pero la operación en el banco o agencia debe hacerse dentro de las 48 horas antes de la partida. Hasta mediados de diciembre, el sistema se había desempeñado con más o menos inconvenientes, según la situación del mercado.

Sin embargo, a partir de la segunda quincena de diciembre, el sistema de validación de la AFIP en los bancos y agencias de cambio comenzó a registrar más problemas. Los cambistas mencionan que hace unos días comenzó a colapsar siempre a la misma hora. Los contribuyentes se presentan en las entidades financieras con la validación de la AFIP, pero el sistema se bloquea cerca del mediodía –entre las 11 y 12– para la verificación del operador cambiario. En el caso de que el comprador tenga margen para volver al día siguiente, los cambistas le aconsejan presentarse temprano. Esto explica las largas colas de hasta dos cuadras en las puertas de las casas de cambio antes del horario de apertura al público. De hecho, muchas entidades reforzaron la atención al público durante la mañana para poder realizar la mayor cantidad de operaciones “antes del mediodía”.

El resto de los ahorristas que no cuentan con la posibilidad de volver al banco al día siguiente se dirige directamente a las cuevas o pacta con algún arbolito, principalmente la compra en dólares. “Todos se terminan yendo a dólares, pese a que en el circuito formal es lo que menos se vende y a que contamos con oferta de otras monedas”, señaló a este diario el responsable de una agencia de la city, que debió dejar su puesto gerencial para colaborar en la atención al público y “sacar la mayor cantidad de ventas de divisas posible”. Según explica, la mayor demanda se da en reales, seguido por peso uruguayo y chileno, y –lejos– los euros y el dólar. Eso se debe a que, entre las medidas implementadas por el Central, dispuso que sólo se venda la moneda del país a visitar.

Fuentes oficiales reconocen que existen interrupciones debido a que “la demanda de divisas agotó las cantidades dispuestas para venderse en el día”, lo cual responde a una supuesta fórmula basada en un promedio esperado de operaciones, aunque no brindaron más precisiones. Los bancos se comunican desde el lunes con la AFIP y la respuesta sigue siendo que se normalizará “en las próximas horas”.

El efecto evidente es el aprovechamiento de los especuladores de la city sobre la incertidumbre que genera esta situación, colocando precios exorbitantes. Es así que el dólar ilegal de las cuevas finalizó en 7,06 pesos, mientras que los arbolitos piden hasta 20 centavos más (7,26 pesos). En el caso del euro, se ofrecen a 9,25 pesos, mientras que en el mercado oficial cotiza 6,55 pesos.