Desde Mar del Plata

“Sin duda, va a ser uno de los grandes acontecimientos de la temporada.” El legislador Héctor Rosso, de Acción Marplatense, calificó de esa manera todo lo que se está organizando en la ciudad para recibir, el miércoles de la semana próxima, a la Fragata Libertad, que regresa al país luego de permanecer retenida, por pedido de los fondos buitre, en el puerto de Tema, en la República de Ghana. La nave, cuya llegada está prevista para la noche del 9 de enero, será acompañada en su ingreso al puerto marplatense, en el sector que corresponde a la Base Naval, por buques deportivos y pesqueros, entre ellos los tradicionales barquitos anaranjados que ya son uno de los tantos atractivos turísticos de la ciudad. Aunque se guardan con mucho celo algunos detalles de la ceremonia, se sabe que los fuegos artificiales van a ser un eje central de la fiesta popular y hasta se cree que van a tener alguna alusión directa a los fondos buitre.

Todo hace suponer que en el acto, que será presidido por Cristina Kirchner, los fuegos de artificio tendrán el arte que distingue a las fallas valencianas, que se celebran en la ciudad durante el mes de marzo desde hace sesenta años, organizadas aquí por la Unión Regional Valenciana de Mar del Plata. La fiesta nacida en Valencia rinde tributo a San José, patrono de los carpinteros. Las fallas remiten a las antorchas que en el Medioevo se instalaban sobre las torres de vigilancia. En Valencia, los carpinteros quemaban en una “hoguera purificadora” las virutas y trastos viejos. El fuego, esta vez, será “para purificar a los buitres”, comentó una fuente local a Página/12.

La organización del acto del miércoles demandará un despliegue similar a lo que fue la largada del Dakar, el año pasado. El despliegue será “por tierra y por mar”, aunque no estarán, por supuesto, ni Nat King Cole ni Adelita. Fuentes locales que habían impulsado la propuesta de que el arribo de la fragata fuera en el puerto local habían señalado aquí que era posible que de la ceremonia de recepción participen algunos integrantes del grupo Fuerza Bruta. Sin embargo, en Buenos Aires se hizo saber a través de fuentes oficiales que el grupo no participará de la ceremonia. Todo el despliegue está siendo coordinado por el Ministerio de Defensa y funcionarios del área de la Secretaría General de la Presidencia, con el intendente de General Pueyrredón, Gustavo Pulti.

Fuentes locales estimaron que el arribo de la nave al puerto se producirá cerca de las 20.30 del miércoles, aunque la hora no es exacta, porque todo depende de cómo esté el mar cuando la fragata se esté acercando a tierra. El puerto marplatense, sobre todo en la zona de la Base Naval, tiene fama de ser difícil, al punto de convertirse en una suerte de examen para capitanes y tripulantes.

El nivel del oleaje y la profundidad de las aguas hacen que tengan que realizarse maniobras muy precisas para poder atracar. No se descarta que la llegada pueda anticiparse unas horas, en caso de haber condiciones climáticas adversas el miércoles.

La Presidenta, que será acompañada por miembros de su gabinete y por varios gobernadores, pronunciará un discurso de bienvenida minutos después de saludar a la plana mayor y a los tripulantes. En el puerto, además de los familiares de los marinos, estarán los miembros de la tripulación que regresaron anticipadamente al país. En la ciudad se están haciendo contactos con los gremios, para que participen embarcaciones deportivas y las tradicionales barcas anaranjadas ancladas en el puerto local.

La primera entidad que adhirió al festejo fue la Asociación de Charteadores, Instructores y Guías Náuticos. Lo hizo mediante un comunicado que enarboló el lema “El mar y la soberanía nos unen”. La institución dijo estar haciendo “gestiones para recibir a la fragata, logrando transporte para desplazarse hasta el lugar y organizando para que (otros) buques reciban a la nave escuela de la Armada Argentina”.

La Fragata Libertad emprendió el regreso desde Ghana, luego de que el gobierno argentino lograra destrabar el intento de embargo, acudiendo en queja ante el Tribunal del Mar, con sede en Hamburgo. Después de zarpar, el 19 de diciembre, del Golfo de Guinea, la nave había salido de su última escala antes de llegar al país, en el puerto de Río de Janeiro. La partida desde Ghana se produjo luego de que el gobierno dispusiera el alistamiento de 98 marinos, para completar la tripulación.

Desde la nave, los propios marineros a bordo señalaron en el video difundido por Presidencia que venían “levantando nudos” para anticipar su regreso a la Argentina.

El mensaje más emotivo fue el de Gustavo Díaz, quien desde la consola de máquinas dijo que tiene “muchas ganas de volver a casa” porque están navegando desde hace siete meses. El apuro de Díaz tiene motivos extra, ya que fue padre y todavía no conoce a su hijo recién nacido.