Las amenazas de Eduardo Buzzi, titular de la Federación Agraria, de realizar un lockout sojero para generar algún tipo de repercusión en la economía, no tendría demasiado apoyo de sus supuestos representados, los pequeños productores. “Una cosa es la intención y otra la factibilidad. O sea, no hay factibilidad de llevar adelante una medida de esa magnitud, más si el objetivo es retener ventas para generar en la economía algún impacto financiero. Para que eso ocurra tiene que darse un tiempo de cuatro o cinco meses, situación que es insostenible por los pequeños y medianos productores.” Con estas palabras, Carlos Garetto, titular de Coninagro, contradijo a sus pares de la Mesa de Enlace, especialmente a Buzzi y Luis Etchevehere (Sociedad Rural), quienes buscan realizar un lockout a fines de marzo o principios de abril. El rechazo a un lockout sojero también vino del vicepresidente de FAA, Julio Currás. Por otro lado, desde el Ministerio de Agricultura informaron que entre el 6 y 21 de marzo recibirían a las cuatro patronales agropecuarias, por separado, pero los ruralistas se apresuraron en responder que no asistirían al convite.

“Hoy el pequeño y mediano productor no puede soportar una no venta de su producción por mucho tiempo. O porque está endeudado o tiene que asumir compromisos comerciales, financieros, impositivos. Podrá vender lo mínimo imprescindible, sin duda, pero no vender nada es una medida realmente imposible de sostener en el tiempo”, manifestó Garetto durante una entrevista realizada por Radio Nacional. Un día después de las declaraciones de Eduardo Buzzi y Luis Etchevehere sobre un posible lockout sojero, los propios integrantes de la Mesa de Enlace salieron a poner paños fríos.

“No podemos decir que vamos a ir con un paro a todo o nada, hay que tener cuidado, la verdad que si bien hay un malestar entre los productores, no queremos molestar al resto de la sociedad ni hacerle un mal”, afirmó el vicepresidente de FAA. Esta no es la idea que transmitió Buzzi un día antes.

“Si llegara a haber un cese de venta de soja, de continuar esta actitud del gobierno nacional, sería delicado respecto de las finanzas y la economía del país. No influye en la vida cotidiana de la gente porque sigue habiendo leche, carne, frutas, a lo sumo puede faltar alguna milanesita de soja en alguna góndola”, había ironizado el titular de la FAA.

Otro federado que se opuso a un lockout sojero fue Pablo Orsolini, ex vicepresidente de la entidad y actual diputado radical. “Hay una realidad en la provincia (Chaco) que hay que tener en cuenta, es muy difícil que los productores puedan retener su producción. No sé si ésta es la medida de fuerza que el productor de esta región necesita”, explicó Orsolini.

Por otro lado, el Ministerio de Agricultura, a cargo de Norberto Yauhar, formalizó la convocatoria a las cuatro patronales de la Mesa de Enlace, pero por separado. El 6 de marzo fue convocada Coninagro, el 13 sería el turno de CRA, el 20 fue reservado para la Sociedad Rural y, por último, la Federación Agraria, agendada para el 21 de marzo. “Es la vocación del gobierno nacional y de este ministerio seguir aunando esfuerzos en pos de aumentar la producción y la calidad de los productos argentinos”, sostuvo Yauhar en las cartas enviadas a los respectivos presidentes de las entidades. Sin embargo, los ruralistas respondieron esas cartas con un rechazo. Es decir, quienes reclaman diálogo, decidieron rechazar la convocatoria oficial.