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“El crecimiento del 4 por ciento proyectado para Argentina en 2013 es bastante favorable en comparación con el promedio de la región”, señaló ayer el economista jefe del Banco Mundial para América latina y el Caribe, Augusto de la Torre, quien además resaltó que el país “no tiene un desajuste macroeconómico”. El organismo dio a conocer en Washington sus proyecciones para este año y el próximo, en donde estima un crecimiento para la región de 2,5 por ciento, por debajo del 2,7 que el día anterior publicó el Fondo Monetario. De la Torre sostuvo que la proyección para Argentina “quiere decir que en el país todavía subsisten motores de crecimiento más o menos endógenos, propios, que mantienen la expansión”.

Tanto el Banco Mundial como el Fondo suelen presentar sus respectivos informes con las proyecciones estadísticas antes de la asamblea anual que organizan de manera conjunta. El Banco proyectó niveles de crecimiento para la región y el país levemente por encima del Fondo. El FMI estimó un crecimiento para la Argentina de 3,5 por ciento. De todos modos, ambas estimaciones se ubican por debajo de lo previsto en la Ley de Presupuesto 2014 aprobada ayer por el Congreso (ver aparte), en donde se estima un crecimiento para este año de 5 por ciento.

El economista del Banco Mundial aseguró que el crecimiento argentino estará a la par de lo que se estima para Chile y Colombia. Señaló además que “en Argentina se tiene una situación fiscal que está relativamente sana”. “Del lado del crecimiento, las noticias sobre Argentina son bastante favorables en comparación con el promedio de la región”, definió el funcionario tras presentar el reporte económico. De la Torre alertó que “las circunstancias de la economía doméstica internacional se tornan adversas”.

“La depreciación de la moneda –en el país– puede ayudar a amortiguar por varios caminos”, señaló. “Te ayuda a controlar el déficit externo, pero quizás un camino más importante es que ayuda a estimular la economía doméstica porque hace que las exportaciones se vuelvan más rentables y hace que la producción para el mercado doméstico se vuelva más competitiva frente a las importaciones”, explicó. El economista sostuvo que el país tiene margen para utilizar el tipo de cambio de manera contracíclica debido a que, a diferencia de otros países como Venezuela, “no tiene un desajuste macroeconómico”.