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Los adolescentes hacen uso de las redes sociales para relacionarse, entretenerse y buscar información para la escuela. Pero en algunas ocasiones se ven expuestos a situaciones de riesgo, según surge de una encuesta de Unicef realizada a nivel nacional entre chicos y jóvenes de 12 a 20 años sobre acceso, consumo y uso de redes sociales: el 43 por ciento de los que respondieron se encontró de forma presencial con alguien que conoció por Internet, el 40 por ciento publica o publicó su localización en las redes sociales, el 25 por ciento se contactó con personas que no conocía y el 14 por ciento dio su número de teléfono o dirección a un desconocido. Al 20 por ciento de las mujeres y al siete por ciento de los varones una persona que conocieron virtualmente les pidió que le enviaran fotos con poca ropa. También pueden enfrentar momentos desagradables: el 23 por ciento contó que alguien posteó una foto suya que le daba vergüenza y el 17 por ciento recibió burlas por sus fotos.

De todas formas, el relevamiento también muestra que los adolescentes toman recaudos para cuidarse en las redes: el 83 por ciento habló alguna vez sobre los riesgos o cuidados que hay que tener en las redes con sus padres u otros adultos a cargo. Los docentes, sin embargo, no aparecen como los primeros referentes a la hora de recurrir ante una situación de discriminación o violencia en Internet. Antes, prefieren denunciar en el propio sitio o recurrir a sus padres, a amigos, a algún organismo estatal o a una ONG, y en última instancia, a un docente.

“Los adolescentes de hoy forman parte de la primera generación que ha nacido junto con el apogeo de nuevas tecnologías, el uso simultáneo de comunicación y la interacción permanente con múltiples pantallas”, apuntó María José Ravalli, responsable de Comunicación de Unicef, al presentar los resultados de la encuesta. El celular es el segundo dispositivo de acceso, después de la computadora de mesa de la casa. Para Unicef, el auge de las nuevas tecnologías de información y el acceso a éstas representan una oportunidad para los jóvenes y al mismo tiempo se constituyen en un desafío para los adultos que los acompañan. “Son ellos quienes mejor pueden acompañarlos en su aprendizaje y ayudarlos a no tener malas experiencias en Internet”, señaló Ravalli. Trece años es la edad promedio en la que sacan su primera cuenta en una red social. Facebook es su preferida, seguida por YouTube, y bastante más atrás, en tercer lugar figura Twitter y luego Google. Pero el 43 por ciento la sacó antes de los 13 años y el 42 por ciento de los chicos de 12 y 13 años mintió sobre su edad.

–¿Considera que los adolescentes tienen conductas de riesgo cuando usan las redes sociales? –le preguntó Página/12.

–No. En general, aunque enfrentan algunas veces situaciones de riesgo, como surge de la encuesta, tienen conocimiento de cómo cuidarse. Lo que sí es cierto es que hay que profundizar el diálogo y el acompañamiento.

La encuesta fue realizada de manera online, en julio, entre 500 adolescentes y jóvenes argentinos de entre 12 y 20 años de edad de todos los niveles socioeconómicos. La llevó adelante la consultora Ipsos. El estudio confirma que los adolescentes usan las redes sociales para relacionarse, entretenerse y buscar información para la escuela. En ese sentido, la investigación reveló que:

- Casi cuatro de cada diez tiene más de 500 amigos en Facebook. El promedio es de 583 amigos. El 77 por ciento de los adolescentes prefieren siempre buscar a personas ya conocidas para agregar como amigos.

- Un 61 por ciento piensa que es importante que sus amigos escriban en su muro y 53 por ciento que pongan “Me gusta” en las fotos o los posts que suben.

- En relación con la exposición personal, siete de cada diez chicos configuró su perfil para que sólo sus amigos puedan ver sus contenidos. Pero al mismo tiempo, ocho de cada diez autoriza a que sus amigos publiquen contenido en su muro.

- En cuanto a las actividades que realizan, el ranking lo lidera el chat con amigos o familiares (82 por ciento), seguido por un 63 por ciento de juegos online, 61 por ciento buscó información en sitios de enciclopedia, 59 por ciento vio una película o serie, 59 por ciento buscó información para hacer la tarea, 51 por ciento bajó música, software o juegos, 45 por ciento buscó información sobre entretenimiento.

Las imágenes como fotografías tienen para ellos un valor de veracidad muy alto, según surgió de varias simulaciones que hicieron los encuestados en relación a si aceptaban o no a una persona como amiga. “No dudan de que la fotografía que muestren se corresponde con la persona que dice ser”, señaló Ravalli.

Otros datos alertan sobre los riesgos y vulnerabilidad de los chicos en las redes:

- El 21 por ciento contó que alguien entró a su cuenta sin consultarle ni pedirle permiso.

- El 43 por ciento se encontró de forma presencial con alguien que conoció por Internet. De ese grupo, el 80 por ciento le avisó a alguien sobre el encuentro.

- Siete de cada diez no piden permiso a sus padres para sacar una cuenta en una red social. Sólo el 13 por ciento de los padres acompañaron a los chicos mientras abrían una cuenta en una red social.

- Cuatro de cada diez chicos publican o publicaron su localización en las redes sociales.

- A tres mujeres por cada varón (20 por ciento de las chicas versus el siete por ciento de los varones), una persona que conocieron por Internet (no personalmente) les pidió que le enviara fotos con poca ropa.

- Ante una situación de discriminación o violencia en Internet, el 52 por ciento elige denunciar en la propia red y un 40 por ciento recurriría a sus padres o adultos.

Unicef presentó ayer por la mañana los datos de la encuesta en una reunión con representantes de distintos organismos públicos vinculados con la temática, como Conectar Igualdad, por el cual se entregan gratuitamente notebooks a alumnos secundarios de escuelas públicas; el programa “Con vos en la web”, del Ministerio de Justicia, Jefatura de Gabinete de Ministros, Educ.ar, Inadi (tiene Plataforma libre de discriminación, un área que recibe denuncias sobre discriminación en la web) y del Gobierno de la Ciudad. “Es importante que desde el Estado se tenga en cuenta que si se quiere desarrollar una campaña pública dirigida a adolescentes y jóvenes hay que pensar en las redes sociales y que hay que trabajar los temas de seguridad en la web en la escuela y en los hogares a través de la concientización de los padres y los docentes, brindándoles materiales y herramientas apropiados”, indicó Ravalli a este diario.