Agustín Rossi acumuló, como jefe del bloque del Frente para la Victoria en la Cámara de Diputados, una larga experiencia parlamentaria en la discusión presupuestaria, pero es la primera vez que le toca vivir el debate por el Presupuesto como uno de sus ejecutores al frente del Ministerio de Defensa. En una charla con Página/12, el ministro evalúa el debate legislativo y el rol y las críticas de la oposición, a la que responsabiliza por “el nivel de intolerancia política y la falta de compromiso con la gobernabilidad”. Rossi afirma que la aprobación del Presupuesto 2014 y sus variables “genera certeza a los sectores públicos y privados” y explica las dificultades que le habría acarreado a la cartera de Defensa si no se hubiera aprobado. De todas maneras, Rossi insiste en que los presupuestos de la última década han sido “virtuosos” porque “generaron crecimiento económico, de los niveles de inversión y de empleo”, al tiempo que valora el trabajo de sus ex compañeros de bancada por la “contundencia de la votación” que consiguieron en el Congreso.

–Creo que hay varias cosas para reflexionar alrededor del Presupuesto. Desde hace diez años la Argentina debate en tiempo y en forma el Presupuesto, una de las pocas leyes que tienen la obligación constitucional de presentarse en una determinada fecha, cuya elaboración está a cargo del Poder Ejecutivo y al mismo tiempo indica cuál es la Cámara de origen para su tratamiento parlamentario. Desde hace diez años, los argentinos y argentinas debaten el Presupuesto en tiempo y en forma. La Argentina venía de años en los que el Presupuesto se aprobada fuera de término, lo que es un elemento a considerar. Segundo, el presupuesto fue ampliamente debatido en las comisiones legislativas de ambas Cámaras, con exposiciones y respuestas de los funcionarios ante las inquietudes que formulan los legisladores. El tercer elemento, ya como una valoración política, es que los presupuestos de estos años han sido virtuosos, han tenido incorporada una hipótesis de crecimiento económico, aumento de los niveles de inversión y crecimiento de empleo.

–Hemos tenido, lamentablemente, durante todos estos años, una equivocada valoración de la oposición parlamentaria de lo que se está tratando.

–Porque la oposición no sólo no acompaña su aprobación, tampoco su tratamiento ni el quórum para que se trate. Lo razonable es que la oposición acompañe en general el Presupuesto y en aquellos artículos donde quiera plantear sus diferencias vote en forma negativa. Pero esta cerrazón, en forma permanente, de no brindarle la herramienta básica de gestión administrativa que tiene cualquier Poder Ejecutivo no se entiende. Esto llegó a su máxima expresión en 2010, cuando el conjunto de la oposición era mayoría en la Cámara de Diputados y no permitió que el Gobierno tuviera su presupuesto y Cristina fue la primera Presidenta desde el regreso a la democracia que gobernó sin presupuesto, en 2011. Esto muestra un signo característico de la oposición en la Argentina, de poner palos en la rueda y que siempre privilegia su rol opositor por sobre todas las cosas. Cualquier iniciativa que venga del Gobierno la descalifican y terminan votando en contra, muchísimas veces buscando argumentos que después no se sostienen en el tiempo.

–Deberían ser más creativos, porque esa critica de que los presupuestos son un dibujo la vengo escuchando hace bastantes años, y a pesar de las críticas los presupuestos han sido altamente sustentables, seguimos creciendo, generando niveles de inversión y empleo. El Presupuesto es una fotografía de la economía real y los presupuestos en la Argentina han sido altamente virtuosos, porque la economía ha tenido una década altamente virtuosa. Tenemos un perfil económico claramente determinado, tratamos de sumar valor agregado a nuestra producción y generar empleo.

–Es una experiencia que no quisiéramos tener acá en la Argentina. De hecho, cuando la Presidenta se quedó sin presupuesto, en 2010, pudo gobernar el 2011 reconduciendo el Presupuesto del año anterior. Aunque con una cantidad de dificultades administrativas, porque los presupuestos no son iguales y las decisiones políticas, año tras año, si bien son similares, pueden marcar orientaciones en un sentido u otro y si tenés que trabajar con el anterior siempre se genera un grado de dificultad y la administración tiene que ser lo más ágil posible para lo que pide el pueblo argentino, en el nivel de gestión, para aportar soluciones al conjunto de la sociedad. Esa expresión de la oposición en los Estados Unidos muestra el nivel de intolerancia política y la falta de compromiso con la gobernabilidad. Algo que nosotros siempre hemos criticado a la oposición en la Argentina.

–Para nosotros no sería una buena noticia, porque en este Presupuesto que hemos enviado al Congreso una cantidad de inversiones tienen que ver con el reequipamiento de las Fuerzas Armadas, en el que veníamos trabajando desde hace bastante tiempo. En este presupuesto está bien expresado y se va a concretar en el ejercicio del año próximo. En algunos casos se trata de la continuidad de algunas líneas de trabajo que ya se venían realizando, pero otras se verían imposibilitadas de concretarse.

–La implementación del sistema de radares para la radarización del espacio aéreo, que es un plan que continúa, pero que se vería dificultado; igual que la reparación del rompehielos Almirante Irízar, otra serie de naves que se empiezan a construir el año que viene en los astilleros, como remolcadores de distintas toneladas, buques multipropósito, los submarinos Santa Cruz y Santa Fe, la compra de aeronaves y la modernización de vehículos de transporte blindados, entre otros.

–La votación en Diputados, por la cantidad de votos conseguidos, fue de una contundencia importantísma, que refleja una fortaleza política del oficialismo en el Parlamento por varios motivos: las exposiciones del ministro y el viceministro de Economía y los sólidos argumentos que el oficialismo mostró en la defensa del Presupuesto, el tiempo en que se ha logrado su aprobación, porque las variables del Presupuesto generan certeza económica en los sectores públicos –ministerios, provincias, municipios– y privados sobre quién está gobernado y gestionando la economía del país. Que esto esté aprobado dos meses y medio antes de que comience el ejercicio es una señal de certeza económica importante.