El Banco Central y el Ministerio de Economía están analizando alternativas para acelerar el ingreso de divisas y fortalecer el stock de reservas. Desde el equipo económico confirmaron a Página/12 que están avanzando en las negociaciones de un acuerdo con el Banco Popular de China para la provisión de hasta 10 mil millones de dólares. Se trata de la renovación de un convenio entre las bancas centrales de ambos países, denominado swap de monedas, firmado en 2009, que venció el año pasado sin ser utilizado. En el frente comercial, el Gobierno también está trabajando con las empresas cerealeras y los bancos para encontrar mecanismos que faciliten la liquidación de exportaciones. El objetivo es lograr el ingreso de una suma superior a los 1500 millones de dólares antes de fin de año. Esos recursos serán adquiridos por el BCRA.

Durante los primeros nueve meses del año, las reservas internacionales cayeron 8549 millones de dólares, de 43.290 a 34.741 millones. La reducción se explica fundamentalmente por la política de desendeudamiento: en ese período se cancelaron vencimientos de deuda con acreedores privados, utilizando reservas por más de 7 mil millones de dólares. Entre 2010 y 2012, el Banco Central absorbía dólares del excedente comercial y compensaba parcialmente el impacto del pago de deuda con reservas, pero el ingreso de “divisas genuinas” se redujo sensiblemente en 2013. El año pasado, el BCRA adquirió 7900 millones de dólares en el mercado cambiario entre enero y septiembre. Este año, las operaciones en el mercado cambiario dieron un resultado negativo de 360 millones. De acuerdo con el Presupuesto 2014, el Banco Central deberá destinar el próximo año alrededor de 9800 millones de dólares al Fondo de Desendeudamiento (contemplando el pago del Cupón PIB).

Para mantener alejada la restricción externa, el estrangulamiento del sector externo por falta de divisas, el Gobierno está avanzando en diferentes mecanismos. Entre ellos se destacan el reciente acercamiento con los organismos multilaterales de crédito –colaboración del FMI en la elaboración del nuevo IPC, el acuerdo en el Ciadi y la línea de créditos por 3 mil millones del Banco Mundial– y el impulso en la suscripción de bonos Baade.

“Swap” con China y cereales

En ese escenario se inserta la negociación del swap con China. A diferencia de otras fuentes de financiamiento internacional, como la que ofrece el FMI, el acceso a los recursos chinos no contempla condicionalidades para la política económica argentina. El acuerdo contempla la provisión de yuanes por una cifra equivalente a 10 mil millones de dólares (28 por ciento del stock de reservas actual).

En 2009, el ex titular del BCRA, Martín Redrado, firmó un acuerdo contingente para que ambas instituciones dispongan de liquidez en la moneda del otro país. Ese acuerdo venció este año y, según explican desde el BCRA, sólo podía utilizarse por cuestiones comerciales entre ambos países. Por eso, junto con las discusiones alrededor de las tasas de interés que deberá pagar el país (por debajo del 7 por ciento) y los plazos de devolución, el Gobierno pretende extender la disponibilidad de esas divisas más allá de la esfera comercial bilateral, para poder utilizarla en la cobertura de necesidades financieras como el pago de vencimientos de deuda.

La disponibilidad de los recursos funciona en ambos sentidos; aunque improbable, los chinos podrían solicitar pesos si así lo quisieran. Sin embargo, la firma del acuerdo se enmarca más bien en la estrategia geopolítica de expansión de la influencia de China. La semana pasada, la segunda economía mundial firmó un swap con la Unión Europea por 57 mil millones de dólares y tiene activos acuerdos más grandes con Corea del Sur y Hong Kong. En un estado más avanzado que las conversaciones con el Banco Popular de China se encuentran las negociaciones con las multinacionales cerealeras y los bancos locales. El objetivo del equipo económico es que, antes de fin de año, las primeras liquiden más de 1500 millones de dólares provenientes de exportaciones que todavía no fueron ingresados al mercado cambiario. Las firmas del sector ya comprometieron la suscripción de 500 millones de dólares en bonos Baade, pero están trabajando con el Gobierno en el diseño de nuevos instrumentos para “profundizar la liquidación de exportaciones”.