El Gobierno concederá algunos puntos de interés en la letra que pretende emitir para que los exportadores de granos y cerealeras ingresen los dólares retenidos de la cosecha anterior. Se trata de un instrumento financiero que el Banco Central entregará contra el ingreso de divisas del sector. Tendrá un vencimiento a seis meses y se ajustará de acuerdo con el movimiento en la cotización del dólar, lo que en la jerga financiera se conoce como “dollar linked”. Si bien los trabajos sobre este papel se iniciaron con la asunción de Juan Carlos Fábrega al frente del Central, la negociación se encuentra trabada porque los exportadores piden además de la cobertura por el tipo de cambio una tasa de interés. Desde el organismo señalan que, con tal de que se acelere el ingreso de divisas, se podría pensar en una tasa de interés “más que generosa” de un 2 por ciento anual. Según estimaciones de la autoridad monetaria, habría unos 2 mil millones de dólares que podrían ingresar al mercado cambiario y son retenidos por exportadores, quienes no liquidan sus ventas a la espera de conseguir la mayor cotización posible para el dólar. Para desestimular esa especulación, Fábrega impulsa la creación de una letra en pesos pero ajustable por la cotización de la moneda estadounidense, lo que garantiza al exportador liquidar sus divisas al tipo de cambio de junio de 2014. Sin embargo, los exportadores y cerealeras interpusieron una serie de condiciones que están retrasando su salida. “Van corriendo el arco todo el tiempo”, se quejaron desde el BCRA.

El primer argumento de los exportadores fue que sus casas matrices les impedían adquirir cualquier instrumento financiero que no rinda una tasa de interés positiva. En ese sentido, se trabaja contrarreloj para acordar una tasa en torno del 2 por ciento. El segundo pedido fue que la letra fuera transferible, porque a las casas matrices sólo les interesa tener el efectivo o los granos. “No sé para qué piden la tasa entonces”, se quejó la fuente. Se acordó entonces que la letra será transferible a proveedores. En principio parecería haber acuerdo con estos cambios, pero nada indica que no haya nuevos requisitos de los exportadores para dejar de especular.