Los acreedores del Club de París cursaron a la Argentina una “invitación formal” a iniciar a partir de fines de mayo próximo las negociaciones para saldar la deuda impaga con ese grupo de países. Así lo anunció la secretaria del organismo, Clotilde L’Angevin, quien explicó que el convite surge en respuesta a la “propuesta revisada” que le acercó el gobierno argentino. La invitación fue confirmada por la tarde por el Ministerio de Economía. El ministro de Economía, Axel Kicillof, había presentado en enero de este año al secretario general del Club, Ramón Fernández, y extendido luego a todos los países miembro una propuesta para darle un cierre definitivo al capítulo de la deuda por unos 9000 millones de dólares –incluyendo intereses– con ese grupo de acreedores, situación que mantiene trabadas inversiones desde estos destinos hacia la Argentina. La noticia se conoce a pocos días de que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner viaje el miércoles próximo a la capital francesa por invitación del jefe de Estado de Francia, François Hollande, para inaugurar el Salón del Libro de París y participar del almuerzo oficial en el Palacio del Elíseo.

Desde la Secretaría de Finanzas no dieron precisiones a este diario sobre el detalle de la propuesta pero, en principio, los acreedores del Club aceptan que el pago sea en cuotas y que esté condicionado a que el acuerdo permita el arribo de dólares frescos. Según el borrador presentado, se realizaría un pago inicial de 2000 millones de dólares, siempre y cuando la firma del acuerdo habilite nuevos créditos para el país, lo que implicaría un efecto neutro en el stock de reservas del Banco Central. El compromiso sería pagar el total de capital e intereses en un plazo no mayor a cinco años. Asimismo, Kicillof había ratificado, a su vuelta de la reunión con el titular del Club de París, que se descarta la participación del Fondo Monetario Internacional como supervisor del acuerdo, una exigencia que se había convertido en una traba para llegar a feliz término en la negociación. Para que haya acuerdo debe haber consenso de este pleno de miembros del Club.

Luego de varios intentos para iniciar las negociaciones con ese grupo de países, finalmente el gobierno argentino y el Secretariado del Club se encuentran prestos para encontrar una solución. La deuda con el Club de París, que lo componen 19 países, tiene origen mayoritariamente en créditos que pidió la última dictadura –pese a que la relación se remonta a 1956– a empresas europeas para armas, que en algunos casos no llegaron, y obras de infraestructura, que tampoco se llevaron a cabo. También figuran allí créditos que extendió Madrid en plena crisis de la convertibilidad. En enero, Kicillof, acompañado por el secretario de Finanzas, Pablo López, se entrevistó en la ciudad gala con el secretario del Club. “Se trató de una reunión ampliamente positiva y se ha consolidado la posibilidad de avanzar con las negociaciones entre las partes”, había informado el titular del Palacio de Hacienda, a su regreso de Francia.

La secretaria del Club lo anunció a la mañana. “Se discutió la propuesta en enero y febrero, se pidieron algunas aclaraciones y hemos invitado al gobierno argentino a venir a negociar a París, en mayo, un acuerdo sobre su deuda”, señaló L’Angevin. El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, evitó dar precisiones y la confirmación llegó desde Economía por la tarde. Durante su habitual conferencia de prensa en Casa de Gobierno, Capitanich reconoció que ese acercamiento “fue analizado por la Argentina con el staff ejecutivo, que a la vez mantuvo reuniones con distintos países miembros, los que realizaron las preguntas pertinentes y, a su vez, el país respondió”. No obstante, aclaró que aún no había “notificación formal por parte de la organización para el inicio formal de las negociaciones”. A través de un comunicado, Economía informó que “luego de intercambios entre las partes en las semanas siguientes, los miembros del Club de París invitan al país a iniciar las negociaciones formales a partir de finales de mayo”.

La fecha prevista por el Secretariado del Club sería para la semana del 26 de mayo próximo. “La propuesta presentada por el gobierno argentino busca, a su vez, fomentar los flujos de inversión que recibe el país, con el objetivo de afrontar nuevos desafíos, luego de un período de diez años de crecimiento económico elevado y sostenido”, sostiene el parte de prensa del Palacio de Hacienda. La necesidad de darle un cierre al tema cobra relevancia en un momento de fuerte restricción externa, ya que permitiría el arribo de fondos frescos al país. Con el objetivo de abrir la posibilidad de acceder a financiamiento externo a tasas razonables, el Gobierno inició una serie de medidas, que incluyen la salida del nuevo índice de precios oficial, el pago de los juicios de empresas ante el tribunal arbitral del Banco Mundial (Ciadi), el acuerdo con Repsol en la indemnización por la expropiación de YPF y negociaciones con fondos buitre que litigan contra el país. El Club de París está compuesto por 19 países, pero los pasivos impagos de la Argentina corresponden a 15 miembros más Israel, que es adherente del grupo. Alemania concentra el 34,2 por ciento de la deuda, seguido por Japón, con el 26,2 por ciento. Mucho más atrás se ubican Holanda, Italia y Estados Unidos, con porcentajes que no superan el 8 por ciento cada uno. El resto son pasivos más pequeños. Australia, Irlanda, Noruega y Rusia son los únicos participantes del foro con quienes Argentina no arrastra acreencias.