Un nuevo fallo, ahora de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo, confirmó que no se ha producido daño alguno al monumento de Cristóbal Colón, que está en proceso de restauración en la plaza del mismo nombre, detrás de la Casa de Gobierno. El tribunal rechazó así una apelación de la organización Basta de Demoler y de la Asociación Círculo Italiano. Y supeditó la continuidad de los trabajos de restauración a la intervención de la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos, organismo que por otra parte ya está interviniendo en el proceso de recuperación de la escultura, aseguraron fuentes del gobierno nacional.

El fallo pone punto final a la controversia iniciada por las dos organizaciones, que primero se opusieron al traslado del monumento y luego cuestionaron la restauración de la escultura argumentando que había sufrido daños que nunca fueron comprobados.

“Esto demuestra que estamos haciendo las cosas como corresponde. Nos cuestionan, pero somos los únicos que en todos estos años nos hemos preocupado por el Monumento a Colón”, dijo a Página/12 el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, bajo cuya órbita se encuentra el proceso de refacción de la escultura.

La obra fue desmontada, ya que se detectó que presentaba fisuras que ponían en riesgo su integridad. Está siendo restaurada por expertos de la Universidad Nacional de La Plata, bajo la supervisión del arquitecto Domingo Tellechea. En principio, el gobierno nacional tenía la intención de trasladar el monumento a Mar del Plata, pero el Gobierno de la Ciudad reivindica la obra como patrimonio porteño, por lo que ambas administraciones acordaron que sería trasladado a otro espacio público de la Ciudad. “Estamos esperando que el ingeniero Mauricio Macri decida en qué lugar se va a emplazar”, afirmó Parrilli.

La nueva medida judicial fue dictada por los camaristas Guillermo Trteacy, Pablo Gallegos Fedriani y Jorge Alemany, este último en disidencia parcial. Los tres además rechazaron la pretensión de Basta de Demoler y de la Asociación Círculo Italiano de abrir una causa penal contra los funcionarios públicos intervinientes, por incumplimiento de sus funciones, al entender que no existe delito en su actuación.

Ahora, la Secretaría General de la Presidencia debe enviar al tribunal un informe de la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos, para que habilite la continuidad de los trabajos.

Los daños que presenta la escultura, según Tellechea, son anteriores a su desmantelamiento y fueron producidos por “efecto del agua, lanzada violentamente por hidrolavadoras; las vibraciones del intenso y pesado tránsito circundante; las explosiones del bombardeo a la Casa Rosada de junio del año 1955; el atentado intencional con una bomba de gran magnitud que explotó en su interior en el año 1987 y la falta de conservación y mantenimiento durante toda su existencia”.