ECONOMíA › ANTES DE FIN DE AÑO INICIARIAN UN PLAN DE OBRAS POR 4550 MILLONES DE PESOS
Fuerte apuesta antes de la partida del FMI
El anuncio lo hizo el ministro Julio De Vido, frente a versiones de recortes a los planes de infraestructura por falta de recursos. El Gobierno asegura que no trabará el acuerdo. “La condición central de la negociación es que no se afecte el crecimiento.”
Por Raúl Dellatorre
“Hay una condición central en la negociación con el Fondo (Monetario) y es que ninguna cláusula puede afectar el crecimiento.” La sentencia pertenece a una alta fuente del Gobierno y fue pronunciada apenas minutos después de que el ministro de Planificación e Inversión Federal, Julio De Vido, adelantara que en los próximos días se dará a conocer un plan de obras públicas por 4550 millones de pesos a iniciarse antes de fin de año. “Hay recursos”, aseguró el ministro, contra las versiones circulantes ayer que indicaban que el Gobierno limitaría el plan de obras por falta de fondos. La aparente contradicción con las restricciones presupuestarias planteadas por el Fondo, justo el día en que la misión que encabeza John Dodsworth terminaba su trabajo, fue respondida por una fuente del Gobierno a Página/12 con la frase inicial.
La cifra de inversión que ayer mencionó De Vido prácticamente duplica a la presupuestada para el año (2500 millones de pesos), de la cual sólo quedan por ejecutar 1100 millones. Sin embargo, el ministro señaló que se obtendrán fondos “por reasignación de partidas”, es decir, resignando gastos en otros renglones, y comprometiendo un aumento –eventualmente al doble– del presupuesto para obras públicas del ejercicio 2004. De tal forma, en los próximos 20 días quedaría explicitado el plan de obras por 4550 millones, todas las cuales se iniciarán antes de fin de año aunque muchas continuarán en el próximo.
Julio De Vido formuló estas declaraciones en la Casa Rosada al salir de una reunión con el presidente, Néstor Kirchner. Durante el día había circulado una versión del encuentro del día anterior de Roberto Lavagna con la cúpula de la Asociación Empresaria Argentina, la cual le adjudicaba al ministro haber señalado la falta de fondos para inversiones en infraestructura. El Gobierno buscó ayer “corregir las imprecisiones” de esos comentarios y redoblar la apuesta, anticipando parte del plan de reactivación, vía obra pública, que el círculo más próximo a Kirchner mantenía en cartera.
La culminación de la primera etapa de la negociación con el FMI finalizará pasado mañana, cuando la misión del organismo regrese a Washington a informar cómo marchan las discusiones. Hasta el momento, cada parte expuso sus límites, acercaron posiciones en varios puntos, pero todavía persisten diferencias que deberán salvarse políticamente. Además de las cuestiones políticamente sensibles, como las de tarifas y bancos, el Gobierno busca evitar que un excesivo compromiso fiscal (como sería un superávit superior a tres puntos del PIB para el año próximo) aborte lo que desde los despachos oficiales se percibe como una franca recuperación.
“Todos los indicadores nos están dando bien, y una condición central de la negociación con el Fondo es que no vamos a firmar nada que afloje esta tendencia al crecimiento”, comentó una alta fuente a este diario. Por ello, las autoridades políticas y económicas están dispuestas a defender sin aceptar reparos el plan de obras públicas, de la mano del cual entienden que se motorizarán el crecimiento, el empleo y hasta la inversión privada. El ministro de Economía, aseguran, está trabajando en la misma línea.
La misión del organismo financiero no tiene autoridad para tomar una decisión, de allí que la labor culminada ayer consistió en acercar posiciones con el gobierno argentino a fin de elevar las coincidencias y diferencias prevalecientes a consideración de las autoridades en Washington. John Dodsworth, jefe de la delegación, se maneja con lo que se denomina “términos de referencia”, parámetros que fijan la postura del FMI al inicio de las conversaciones, sobre los cuales se discute con las autoridades del país.
Lavagna cedió en la pauta fiscal hasta un compromiso de un superávit de 3 puntos del PIB. Para este año, el excedente convenido fue de 2,5 puntos. El esquema se completa con una meta de 3,2 puntos del PIB en 2005 y otra de 3,4 en 2006.