EL PAíS › ARROYO, VICEMINISTRO DE ALICIA KIRCHNER
“Damos herramientas para poder trabajar”
El secretario de Políticas Sociales del Ministerio de Desarrollo Social le explicó a Página/12 cómo se instrumentará el Plan Manos a la Obra que destinará 300 millones de pesos a financiar microemprendimientos productivos.
Por Laura Vales
Daniel Arroyo es secretario de Políticas Sociales, el virtual viceministro de Alicia Kirchner en Desarrollo Social. Vinculado con el ámbito académico –proviene de Flacso, fue consultor del Banco Mundial en temas de gestión pública–, la actual es su experiencia inicial como funcionario. En diálogo con Página/12, Arroyo explicó las características del plan para desocupados Manos a la Obra, que destinará 300 millones de pesos a financiar microemprendimientos productivos.
–¿Creen que los microemprendimientos pueden crear empleo, en el sentido de generar ingresos equiparables a un salario?
–Sí. Los emprendimientos productivos tienen niveles de fracaso alto en la medida en que no es fácil inculcar a una persona que fue empleada toda la vida una cultura emprendedora, ayudarla a asociarse con otros y poner una iniciativa en marcha. Pero está demostrado que funciona lo que tiene mercado en la zona, y que en esos casos genera ingresos superiores a un salario mínimo. También está demostrado que hay mucha gente que quiere laburar y no tiene herramientas, entonces la asistencia permanente es lo que da valor. Hay muchas localidades donde se están encarando, nosotros no estamos inventando nada.
–¿Qué pasos tiene que dar el desocupado que quiera entrar al programa?
–Nosotros estamos mandando hoy los formularios de los proyectos a los municipios. Yendo al municipio o entrando en Internet a nuestra página puede acceder al formulario (www.desarrollosocial.gov.ar, una vez en la página clickear en Economía Solidaria). En base a eso, elabora el proyecto y luego lo presenta al consejo consultivo local. Los consejos consultivos van a priorizar los que tengan que ver con la economía de la zona y los van a enviar acá, donde se hará la evaluación técnica y en función de eso apoyamos el emprendimiento, a veces con herramientas y materiales, a veces además con capacitación y créditos.
–¿Qué tipo de proyectos se pueden presentar?
–Lo que ya estamos viendo son panaderías (hay panaderías que se montan con 3 mil o 4 mil pesos), mucho de lo que tiene que ver con la apicultura, autoproducción de alimentos para comedores, pequeños talleres textiles y de calzado, huertas.
–Decía que los proyectos se deben presentar ante los consejos consultivos, pero esa experiencia hasta ahora no ha sido buena.
–No ha sido buena. Tienen fuertes dificultades, hay problemas de integración, hay consejos consultivos muy cooptados por el municipio y otros que funcionan sólo formalmente pero no en la práctica. De todas maneras, partimos de la base de que son el espacio asociativo hoy existente en la Argentina. Más que intentar algo nuevo, lo que tenemos que hacer es fortalecerlos, así que estamos haciendo una capacitación provincia por provincia. Muchos no quieren estar en los consejos consultivos, pero evaluamos que al definirse allí las prioridades de los proyectos eso va a ser un incentivo para que participen.
–¿Hay dos mil municipios en todo el país?
–Dos mil doscientos, entre grandes y chicos.
–¿Por qué zonas empieza el programa?
–A nivel nacional, en todas las zonas. No hay cupo por región, lo que vamos a evaluar es que los proyectos sean buenos.
–No hay cupo pero sí presupuesto.
–Hay un presupuesto tope que tenemos de 300 millones para este año.
–¿Con qué se financia?
–Son partidas del Presupuesto nacional. Lo que estamos haciendo es articular programas y en función de eso poner en marcha este plan, no es un financiamiento extra, sino una redefinición de programas para mejorar el uso de los recursos.
–¿Qué le va a dar el Estado a quien entre al programa?
–Capacitación, o capacitación y herramientas (como puede ser la máquina de hacer pañales, la brocha y los insumos para arrancar con unemprendimiento de pintura) o asistencia técnica, herramientas y crédito. En este caso va a ser a una tasa muy blanda, se va a tener que devolver, porque el plan se desfinancia si no logramos la recuperación de los créditos. Por eso el compromiso que debemos tener es el de mucho seguimiento a los emprendimientos, porque si la gente no vende no va a poder devolver el crédito y el plan se cae.
–¿Creen que los microemprendimientos pueden generar empleo, en el sentido de conseguir ingresos equiparables a un salario?
–Sí. Los emprendimientos productivos tienen niveles de fracaso alto en la medida en que no es fácil, a una persona que fue empleada toda la vida, inculcarle cultura emprendedora, asociarse con otros y ponerla en marcha. Pero sí funciona lo que tiene mercado en la zona, y genera ingresos superiores a un salario mínimo, eso está demostrado, como está demostrado que hay mucha gente que quiere laburar y no tiene herramientas, entonces la asistencia permanente es lo que da valor. Hay muchas localidades que lo están encarando, nosotros no estamos inventando nada.
–¿Qué impresión tienen de las organizaciones piqueteras, después de estos dos meses de gestión?
–Me parece que el movimiento de desocupados, al igual que en las otras organizaciones, está muy predispuesto a encarar emprendimientos productivos, hay una muy buena disposición. En los barrios no hay que explicar que esto es importante, de lo que tuvieron siempre la duda es de que tuviéramos capacidad de financiarlos.
–¿Cuáles son los criterios con los que está trabajando el Ministerio, las líneas básicas?
–En general, las políticas sociales en la Argentina fueron pensadas desde la focalización, que es detectar sectores con problemas y armar programas para eso: armar programas para chicos de 0 a 9 años con NBI (necesidades básicas insatisfechas), programas para jóvenes, etc. Nosotros tenemos otra visión, la de armar una red de políticas sociales cuyo eje central es el tema del territorio, es decir, no políticas focalizadas sino políticas territoriales. En ese sentido el punto clave para nosotros es trabajar con pocas líneas adaptables a cada municipalidad, territorio o barrio.
–¿Cuáles son las ventajas?
–El modelo de focalización es un modelo asistencial, paliativo, que va atendiendo situaciones puntuales, y el modelo territorial es un modelo de desarrollo. El modelo focalizado es un modelo de oferta de enlatados, hacemos un programita y lo bajamos, hacemos un programita de canchita de fútbol y el municipio se adapta le guste o no, porque entre nada y algo es preferible recibir algo. El modelo territorial es ir a una comunidad, a un consejo consultivo, a una intendencia y definir entre todos un proyecto estratégico, ésa es la idea de las políticas territoriales. Nuestros tres ejes centrales son políticas territoriales, capital social más capital económico, lo que es decir que el problema en la Argentina no es sólo que faltan redes, que falta generar vínculos, asociatividad, sino que también falta plata, y por eso estamos haciendo este plan de desarrollo local y economía social.
–¿No van a tener que articular, especialmente en los municipios del conurbano, con actores políticos que se mueven de una manera clientelar, con fuertes niveles de corrupción?
–Hay también mucha gente dispuesta a laburar. Acá no hay intermediarios, la base es tener un buen proyecto, pero no una carpeta que puede hacer cualquiera sino ir y ver en serio que lo que se está haciendo funciona. La manera de combatir el clientelismo es estando en los lugares.
–¿Hay experiencias que hayan servido de modelo a este programa?
–En otros países de Latinoamérica hay más experiencias hechas que en la Argentina, sobre todo en países que tienen históricamente niveles altos de exclusión social. Está la experiencia del banco de pobres de Mohamed Yunus, en Brasil Lula está encarando un modelo de este tipo, más masivoque éste. Nosotros hemos tomado de todo esto, creemos que lo que hay que hacer es adaptar las metodologías. En la Argentina no hay que convencer a nadie del tema productivo y de microcréditos. Lo que hay que hacer es articular sectores en esta dirección, me parece que hoy estamos todos maduros para decir que tenemos que encarar esto porque es la única manera de insertarnos en el mercado laboral.