EL PAíS › DUHALDE SERA UNA ESPECIE DE “PRESIDENTE” DEL MERCOSUR
Como Romano Prodi, pero de acá
Así lo aprobaron en la reunión de presidentes del bloque, a la que Kirchner no asistió porque regresó a Buenos Aires. Los presidentes del Mercosur más Chile y Bolivia alabaron al bonaerense y lo propusieron para presidir un organismo político y ejecutivo a crear próximamente. La elaboración de la propuesta estará a cargo de Uruguay.
Por Martín Piqué
Página/12
en Paraguay
Al final pareció un movimiento estudiado. Con la sola ausencia de Néstor Kirchner –que faltó a la cumbre del Mercosur porque regresó a Buenos Aires anticipadamente–, los cuatro socios del bloque más Chile y Bolivia, aprobaron ayer la propuesta de que Eduardo Duhalde ocupe un cargo “político” en la alianza comercial, al estilo del que detenta el italiano Romano Prodi en la Unión Europea, una especie de presidente del bloque. La propuesta había sido pensada con sigilo por la Cancillería y analizada en conjunto con los diplomáticos de Brasil. Finalmente, en la cumbre se aceptó que Duhalde asuma un rol de más protagonismo, aunque habrá que ver cómo se concreta en los hechos. Así se cumpliría con una de las aspiraciones del bonaerense, que desde hace tiempo se imaginaba como un embajador del Mercosur ante los grandes bloques económicos.
Al principio, la oferta no contaba con la bendición del uruguayo Jorge Batlle, pero en la cumbre terminó haciendo un inesperado gesto político: propuso que Duhalde integre el Instituto para la Infraestructura Regional Sudamericana (IRSA), que maneja un presupuesto millonario y, según un alto funcionario de la Cancillería, se encarga de “estudiar la unidad física” de los países del Cono Sur. La alternativa de Batlle fue superada por Luiz Inácio Lula da Silva: sugirió que se creara una nueva “estructura similar a la de la Unión Europea”, como la que preside Prodi, y que la conduzca Duhalde con el rótulo de “comisionado general” o “titular del grupo ejecutivo”.
La cumbre comenzó a organizarse luego del almuerzo de los presidentes, cuando Kirchner ya se encontraba en vuelo a la Argentina. En las instalaciones del Yacht y Golf Club, sobre el río Paraguay, se encontraban los mandatarios del Mercosur –Batlle, Lula y el paraguayo Nicanor Duarte Frutos–, los de países asociados –el chileno Lagos y el boliviano Gonzalo Sánchez de Losada– y algunos del Pacto Andino. El canciller Rafael Bielsa encabezaba la delegación argentina. Fue justamente Bielsa quien disparó el debate cuando propuso que la moneda única y el Instituto Monetario Común no queden a cargo sólo de los bancos centrales de cada país. “Tenemos que institucionalizar estos temas, porque postergarlos significa un hecho negativo para el Mercosur”, argumentó.
La intervención de Bielsa expresaba la opinión más íntima de Kirchner, quien más de una vez dijo que los “encuentros protocolares” atrasaban lo que se avanzaba en la discusión de país a país. Por ejemplo, en la última cumbre del Mercosur, las quejas del Presidente tenían un claro destinatario: el uruguayo Batlle. “Estas cumbres no sirven para nada, sirven las bilaterales, porque en este tipo de encuentros protocolares viene un tipo como Batlle y te tira todo al carajo”, se lamentaba un ministro que viajaba en el Tango 01 con el Presidente. Pero, al final, todo fue diferente, y el uruguayo se mostró muy activo.
Tras el reclamo de Bielsa, intervino Lula: “Apoyo lo que dijo el canciller Bielsa. Las conversaciones no pueden quedar sólo en manos de los bancos centrales. Esos temas deben tener una visión política”, argumentó. Luego habló Lagos, con un discurso casi calcado. “La política conduce. La economía tiene que estar marcada por tiempos políticos”, dijo. Hasta ahí no había sorpresas, pero entonces terció Batlle y dijo que el consenso “ratificaba la necesidad de un proceso de institucionalización para el Mercosur”. Y lo sorprendente llegó a continuación. “Este proceso necesita de una figura emblemática que lo personifique. Tiene que ser alguien que lidere”, sugirió el uruguayo.
El apellido de Duhalde ya estaba en el aire, pero nadie lo nombraba. El boliviano Sánchez de Losada preguntó si para esa “figura emblemática” se estaba reservando la secretaría general del IRSA o un cargo más “político, ejecutivo”. “Tendría que ser algo más político. Propongo al ex presidente Eduardo Duhalde”, contestó Batlle con elogios para el bonaerense, a quien llamó “estadista”. Bielsa agradeció las palabras en nombre del “pueblo argentino y del presidente Kirchner” y luego dijo que había que definir “la financiación, sitio, logística” del puesto que ocuparía Duhalde. La delegación uruguaya se comprometió a redactar un documento con ese fin.
La candidatura de Duhalde consiguió el apoyo entusiasta de Lula. “El compañero Duhalde debe desarrollar acción política en el mundo, así la región podrá tener un interlocutor político como lo es Prodi para la Unión Europea”, dijo el brasileño. Luego habló el chileno Lagos, quien planteó que se podían unificar las dos propuestas anteriores. Esa alternativa le daría a Duhalde más atribuciones, aunque su cargo aún no existe, por lo que habrá que ver cómo se concreta. “Queremos que sea como Prodi en la Unión Europea. Sería un cargo político, no burocrático, para concertar políticas supranacionales”, dijo un ministro a Página/12.