ECONOMíA › CONTRADICCIONES EN EL GRAVAMEN A GRANDES EMPRESAS
Impuestos en el sube y baja
El ministro de Economía enterró ayer la alternativa de aplicar un gravamen especial a las empresas privatizadas, pese a que el presidente de la Nación insistió en esa propuesta por la mañana. Jorge Remes Lenicov, en conferencia de prensa, relativizó además la posibilidad de aplicar un impuesto a las empresas beneficiadas por la pesificación de sus deudas en divisas. “Es un proyecto en estudio, cuando tengamos una idea clara y precisa lo vamos a tratar, primero como una discusión adentro del gobierno, que es lo que corresponde”, señaló ayer en conferencia de prensa el ministro, amonestando también en este caso, quizá sin darse cuenta, al propio presidente Eduardo Duhalde, quien lanzó la idea este último fin de semana sin conversarlo previamente con los funcionarios del área.
Duhalde había avanzado sobre la idea de gravar a las grandes empresas con beneficios extraordinarios y a las beneficiadas por la pesificación este fin de semana, luego de recibir una propuesta en tal sentido de parte de la Iglesia. El ministro de la Producción, José Ignacio de Mendiguren, había tomado relativa distancia del proyecto por la mañana. “Si la pesificación tuvo un resultado que no era el querido, y provocó ganancias extraordinarias (a las empresas endeudadas en dólares), yo comparto que deberían tributar, porque no era ese el objetivo de la pesificación”, explicó, pero aclaró de inmediato que “como no las ha habido, me parece que no se aplicará” el tributo.
En tanto Remes, al ser consultado sobre los dos impuestos a las grandes empresas, liquidó uno y le puso paños fríos al otro. “Hemos analizado el tema de gravar las rentas extraordinarias de las empresas privatizadas, que han tenido muchas ganancias en años pasados y no se les puso ningún impuesto entonces”, comenzó explicando. “Ahora no se puede poner un impuesto sobre el pasado, y lo que prevemos es que este año esas mismas empresas no van a tener una ganancia extraordinaria”, completó. Con respecto al gravamen a los créditos pesificados de las empresas, indicó que “dentro del curso de esta semana empezaremos la discusión en el seno del Gobierno”.
Según trascendidos, la hipótesis sobre la que trabaja Economía es gravar a aquellas empresas cuyas deudas pesificadas superaran los 3 millones de dólares con una tasa que podría alcanzar al 5 por ciento del monto total de la deuda. El efecto para las empresas sería el mismo que si se hubiesen pesificado sus deudas a 1,05 por dólar. Cálculos preliminares estiman una recaudación probable de más de 1000 millones de pesos. De Mendiguren, sin embargo, había descartado ayer su aplicación y sugerido que las medidas a anunciar por Remes por la tarde (retenciones a las exportaciones) iban a sustituir el gravamen como fuente de financiamiento de los planes sociales.
Ayer, antes de inaugurar el ciclo lectivo en Ushuauaia, el presidente Duhalde señaló que el impuesto a los sectores que más se beneficiaron durante los últimos 12 años “saldrá por persuasión o por ley, pero va a salir”.