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Los precios de las commodities este año registraron fuertes retrocesos que se explican en buena medida por la apreciación del dólar frente al resto de las principales monedas. También hubo características propias de cada mercado que terminaron por reforzar esta tendencia. Las previsiones para la primera parte del año próximo coinciden en que se aplicará una política monetaria más contractiva en los Estados Unidos, mientras que en otras economías de relevancia, como Japón y la Zona Euro, mantendrán e incluso profundizarán sus planes de estímulos monetarios. El resultado sería una mayor revalorización del dólar en desmedro de las commodities, cuyos precios se expresen en esa moneda, de acuerdo con el panorama del Banco Central. Esta baja afectó además a “mercados conexos”, con una caída destacada en biocombustibles.

Cada mercado tiene sus particularidades. El de granos seguirá dependiendo del desarrollo de los cultivos en las zonas de relevancia. “Se proyecta que los precios agrícolas se mantengan en los niveles actuales con un leve sesgo al alza. En cuanto a los precios del petróleo, será clave la decisión de producción que adopte la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), en un marco de débil demanda y en el que los restantes principales productores del mundo aumentarán significativamente su oferta, señala el informe del Central. En cuanto a metales y minerales, resultará clave la evolución de la actividad manufacturera mundial, en particular China, siendo el principal demandante de acero.

En octubre pasado, el índice de precios del agrupado de los productos agropecuarios publicado por el Banco Mundial retrocedió 6 por ciento respecto de igual mes de 2013. Los metales y minerales cayeron 7 por ciento y los valores de la energía se destacaron con un desplome de 17 por ciento. Durante la última parte del año se profundizó esta tendencia entre las principales commodities. El más afectado fue el precio del petróleo, que se desplomó a casi la mitad de su valor en torno a los 54 dólares el barril de crudo para entrega el mes próximo.

Entre el mercados conexos, el de biocombustibles fue el más afectado, ya sea por la corrección a la baja del precio del petróleo como por los menores valores promedio de los granos que se utilizan como insumos. Según los datos relevados a noviembre último, el etanol registró un desplome de 11,5 por ciento en octubre pasado, lo que ubicó el precio en un 18,4 por ciento debajo de un año atrás. El biodiésel alcanzó un retroceso interanual de 32,3 por ciento para octubre (último dato relevado por el informe del Central). En estos valores también impactó una elevada producción brasileña, que se incrementó en un 21 por ciento en octubre contra septiembre último, mientras que las importaciones de Estados Unidos se mantuvieron reducidas. La demanda de biodiésel dependerá del aumento dispuesto por norma en el corte del combustible en Brasil y Malasia que se aplicó el mes pasado.