“Es muy importante que los candidatos presidenciales digan claramente si tienen pensado o no devaluar”, exhortó ayer el titular del Banco Central, Alejandro Vanoli, en declaraciones radiales. El funcionario remarcó que su tarea al frente del organismo monetario requiere de la coordinación con el gobierno nacional, por lo que consideró necesario enviar una señal clara a la población respecto de la posición de los presidenciables sobre el tema luego de octubre. Hasta entonces, reiteró que no habrá una devaluación abrupta, sino que se mantendrá un ritmo de suba del dólar por debajo del rendimiento que ofrezcan los plazos fijos en pesos, con el objetivo de hacer más atractivo el ahorro en moneda local. Consideró, además, que están dadas las condiciones para que el país emita deuda en los mercados internacionales con destino a la producción. Estimó posible “reducir la velocidad del desendeudamiento, colocando deuda por menos de lo que vence”, explicó el jefe de la autoridad monetaria.

Vanoli destacó que la estabilización del mercado cambiario permitió que aumentara la demanda de pesos, a partir de una suba de los depósitos y una mejora en el crédito. “Tuvo efectos positivos, ya que colaboró a bajar la inflación y estimular el crecimiento”, destacó. Desde su asunción a principios de octubre al frente del organismo monetario, se redujo la presión sobre el tipo de cambio originada en el mercado paralelo. Ayer la cotización oficial se ubicó en 8,735 pesos, mientras que el dólar blue se ofreció e las cuevas en promedio a 13,14. El Central finalizó con un saldo vendedor en su intervención en el mercado de cambios, aunque las reservas aumentaron en 6 millones de dólares, a 31.396 millones.

Pese a la contención de las expectativas del público, desde los sectores de la economía más concentrados se pretende instalar la idea de un supuesto retraso del tipo de cambio, que un nuevo gobierno corregiría luego de octubre. “Como presidente del Banco Central, por la Carta Orgánica, tengo que coordinar con este gobierno nacional o con el que sea, por lo que es importante que todos demos certeza. El objetivo es la estabilidad financiera con crecimiento, sin pérdida de poder adquisitivo del salario ni de competitividad”, explicó.

También descartó que el renovado interés de los inversores por los bonos argentinos tenga que ver con las expectativas de un cambio en la conducción del país, sino que responde a un conjunto de variables que evidencian una mejoría. “Recibo muchos llamados desde el exterior de parte de inversores que preguntan (sobre una emisión de deuda). Algunos atribuyen esto a que hay elecciones y que va a cambiar el gobierno, son las reglas de la política. Pero lo cierto es que muchos analistas en el exterior modificaron sus pronósticos apocalípticos y dicen que ahora va a ser mejor”, detalló Vanoli, quien consideró que haber frenado la corrida fue uno de esos factores que permitieron el cambio en la mirada de los inversores.

El funcionario consideró que “estamos en un punto en que, con la Argentina tan desendeudada, parece oportuno conocer las alternativas de financiamiento” que se ofrecen en el exterior. Recordó que la Reserva Federal de Estados Unidos mantendrá hasta mediados de año la tasa de interés rectora en torno a cero. Aclaró, sin embargo, que al país no le urge obtener divisas para atender sus necesidades. Dijo que el stock de reservas internacionales alcanza para atender los requerimientos de la economía, incluso de importaciones. También aseguró que a partir del mes próximo se intensificará el ingreso de divisas por parte del sector agroexportador.