El segundo desembolso del crédito destinado a la construcción de las represas Néstor Kirchner-Jorge Cepernic se concretó ayer. Son 150 millones de dólares que el Banco de Desarrollo de China depositó en una cuenta del Banco de la Nación Argentina en Hong Kong, que se suman a los 287 millones de dólares del tramo anterior, que fueron recibidos a principios de año. Las reservas del Banco Central sumarán en los próximos días las divisas del crédito chino, que en total asciende a 4770 millones durante los próximos cinco años. El ministro de Planificación, Julio De Vido, junto al viceministro de la Administración Nacional de Energía de la República Popular China, Qi Liu, evaluaron la marcha del proyecto de las represas y de las demás iniciativas bilaterales en materia energética.

Las represas constituyen una obra clave porque se prevé que sumen una potencia de 1740 megavatios al sistema nacional y que generen 5246 gigavatios hora al año, el 4,7 por ciento de la electricidad que se consume en el país. Ambas se ubicarán terceras en potencia entre los aprovechamientos hidroeléctricos existentes, detrás de Yacyretá (3200 MW) y Salto Grande (1890 MW), aunque, a diferencia de esas obras, estarán íntegramente emplazadas en territorio nacional. La construcción del proyecto Kirchner-Cepernic está a cargo del consorcio conformado por la china Gezhouba, Electroingeniería e Hidrocuyo. El financiamiento cubre la inversión sumados los impuestos. En total son 4770 millones de dólares.

El primer desembolso de ese fondeo fue a fines de enero, por 287 millones de dólares. Según relatan fuentes del Ministerio de Planificación, el primer tramo permitió dar comienzo a la obra. Por ahora hay 400 personas trabajando en el área, lo que se denomina el “campamento pionero”. El lugar es absolutamente inhóspito, con temperaturas muy bajas y nevadas que virtualmente paralizan la obra en invierno. Recién en septiembre los trabajos retomarán ritmo normal, por el curso de cinco años.

Las obras civiles están a cargo de Electroingeniería, aunque ya hay en el país ingenieros chinos para la supervisión. El componente asiático más relevante es el sistema de turbinas, que arribará al país promediando la obra, aunque los primeros equipamientos ingresarán en unos veinte días. En ese caso, no habrá ingreso de fondos en efectivo sino que se contabilizará el valor de los bienes de capital como parte del financiamiento. En tanto, el próximo desembolso en dólares se prevé para dentro de tres meses.

Ayer estuvieron reunidos De Vido y otros funcionarios argentinos con directivos de la Administración Nacional de Energía de China y autoridades de la Corporación Nacional Nuclear de China (CNNC). “Con estos encuentros entre funcionarios de ambos países, tanto en Buenos Aires como en Beijing, estamos logrando importantes avances para afianzar la cooperación entre nuestros países, tal como nos indicaron nuestros presidentes y plasmaron en el acuerdo que elevó a alianza estratégica integral la relación entre ambos países y demás convenios específicos”, señaló el ministro, anfitrión de los funcionarios extranjeros.

En el encuentro también se analizó la marcha del proyecto de la cuarta central nuclear, un reactor de agua pesada y uranio natural con financiamiento chino. Espera que antes de fin de año se recibiría el primer desembolso para empezar los trabajos, con una participación de la industria nacional de al menos un 70 por ciento de los insumos. En cuanto a la quinta central nuclear, Planificación informó que “se analiza la propuesta integral presentada por la CNNC y se espera completar los acuerdos entre ambos países en los próximos meses”.