La posibilidad de que la Reserva Federal mantenga la tasa de interés rectora sin cambios ilusionó a los inversores y los principales mercados cerraron con mayoría de ganancias. Las autoridades de la Fed iniciaron ayer la reunión para decidir cómo continuar con la política monetaria y hoy darán a conocer la decisión. El dato sobre inflación en Estados Unidos, que se ubicó por debajo de lo esperado, hace pensar que no habría cambios hasta el año próximo. En Wall Street se registraron importantes alzas en los papeles energéticos, que podrían verse perjudicados con un fortalecimiento del dólar. La tendencia se trasladó a la Bolsa porteña, donde el panel de acciones líderes interrumpió una racha negativa y finalizó con una leve suba promedio de 0,5 por ciento.

En el mercado local la divisa estadounidense se mantuvo en 9,38 pesos para la venta, mientras que el ilegal escaló 17 centavos a 15,85. El mercado paralelo se recalienta de la mano de un grupo de especuladores que utiliza el contexto preelectoral para justificar una brecha entre ambos precios que ya se ubica en el 69 por ciento. En contraposición con el chiquitaje de las cuevas, los tipos de cambio implícito en las operaciones de compra y venta de bonos, donde se dolarizan empresas y grandes inversores, se negociaron a la baja. El dólar Bolsa perdió 11 centavos a 14,01 pesos y el contado con liqui finalizó en 14,13. El Banco Central vendió 70 millones de dólares y las reservas cayeron en 10 millones hasta los 33.438 millones de dólares.

Los títulos públicos operaron en baja pese a que la Corte de Apelaciones de Nueva York limitó una decisión del juez Thomas Griesa en contra de la Argentina (ver aparte). Los bonos Boden 2015 perdieron 0,4 por ciento y la serie 2017 y 2024 perdieron ambas 0,2. Por su parte, el Ministerio de Economía buscará colocar un mínimo de 500 millones de dólares en títulos Bonad, que abona una tasa de interés más un premio atado a la evolución del dólar.