“¿Saben lo que dijo el referente en energía de Cambiemos? Que para un país no es importante la soberanía energética. Eso significa que no les importa la soberanía. Bajo la palabra `cambio` nos están ocultando que quieren volver YPF a manos privadas”, dijo ayer Daniel Scioli en un acto de campaña que encabezó en la ciudad de Avellaneda. Hizo referencia a las declaraciones de Juan José Aranguren, ex CEO de Shell Argentina y futuro responsable del área energética si la alianza Cambiemos que encabeza Mauricio Macri gana las elecciones. Aranguren puso en duda la “continuidad de la actual administración en YPF” y relativizó la importancia del autoabastecimiento en pos de la “seguridad energética”. También adelantó que un gobierno de Macri va a modificar el esquema de subsidios a las tarifas de los servicios.

Scioli criticó fuertemente la estrategia de Cambiemos en el área energética. Le atribuyó la intención de volver atrás con la estatización de YPF, con la cual el macrismo se mostró de acuerdo en el último tiempo pero que votó en contra en el momento del debate en el Congreso nacional. Aranguren dijo que “YPF es una sociedad anónima. Y por lo tanto la decisión sobre cómo debe ser administrada la tienen que tomar los accionistas de esa sociedad. El Estado nacional junto con los estados provinciales tienen el 51 por ciento de esa compañía, pero sigue siendo una sociedad anónima. Tiene que analizarse qué se hizo desde 2012 y evaluar cuál es el plan de negocios para poder recomendar la continuidad o no de este tipo de administración”. No queda claro si el referente en energía de Cambiemos se refiere a remover la conducción de YPF liderada por Miguel Galuccio o cambiar la estructura de gestión de la empresa.

En otro pasaje de una entrevista televisiva, Aranguren sugirió que “la energía no puede ser dirigida a partir de una oficina del gobierno nacional, tiene que ser debatida y sujeta a los consensos de los distintos agentes económicos”. Esa línea argumental se manejó en general desde su puesto de CEO en Shell. Aranguren fue uno de los empresarios que más chocó con el kirchnerismo. Es recordado el llamado de Néstor Kirchner en 2006 para no cargar nafta en Shell luego de un aumento abusivo de precios.

Aranguren también criticó que “YPF está tomado deuda en dólares de una manera importante, pagando una tasa del 9 por ciento, mientras que recientemente Perú pagó un costo del 1,5 por ciento. Esa deuda es una pesada carga hacia el futuro, solamente en intereses la deuda representa 800 millones de dólares por año. Es difícil pensar que los precios internos de la nafta pueden bajar en función de que tienen que solventar a YPF”. Consideró que el acuerdo entre la petrolera y Chevron para la explotación de Vaca Muerta “no es un secreto de Estado sino un secreto comercial, lo cual es lógico porque YPF es una sociedad anónima no una sociedad del Estado. No está mal que YPF se asocie con una compañía de relevancia internacional”.

En relación con la cuestión del autoabastecimiento, que el país perdió en los últimos años, con un impacto muy fuerte sobre la factura de importaciones, Aranguren consideró que “no es tan relevante recuperar el autoabastecimiento. Necesitamos preocuparnos por tener seguridad energética. Eso significa energía variada, accesible y a precios razonables. Vamos a seguir importando gas de Bolivia”. “Este año tenemos la ventaja de que como bajaron los precios internacionales, bajó el costo de las importaciones. Pero ese rojo va a seguir aumentando si no se genera un cambio en la forma de administrar la energía”, agregó.

Otro tema caliente en la agenda energética es el tarifario. Según Aranguren, “no hay otra posibilidad de resolver el déficit fiscal si no se dirigen los subsidios a quien lo necesite y no a todo el mundo. Eso es lo que tiene que ocurrir y lo que va a hacer Cambiemos”.