ECONOMíA
Les darán empleo en las pymes, pero antes tendrán que hacer flexiones
La propuesta de Lavagna es flexibilizar las normas de contratación en las empresas pymes, con el argumento de “crear empleo”. También sugirió un circuito financiero alternativo.
Por David Cufré
“Tenemos que revisar todas las normas regulatorias que puedan afectar la creación de empleo en las pymes”, sugirió Roberto Lavagna, al clausurar ayer el acto de celebración del 47º aniversario de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). El anuncio de que podría profundizarse la flexibilización laboral en ese sector fue una sorpresa. El único que imaginó que el tema podía surgir fue el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, quien le dijo a Lavagna por lo bajo, cuando éste terminó su discurso y volvió a sentarse a su lado: “Estaba seguro de que ibas a hablar de eso, por eso te vine a controlar”. Página/12 escuchó el comentario, dicho entre risas, al que siguió una carcajada de Lavagna. Más allá de la cordialidad, cada uno dijo lo suyo.
El jefe de Economía tomó nota de la presencia de Tomada, que llegó al acto cuando ya había comenzado y se cuidó al mencionar su idea de relajar las regulaciones laborales para las pymes. No profundizó en su propuesta e incluso admitió que no es estrictamente un tema de su área.
Lavagna hizo un segundo anuncio, que también quedó sólo en el título y que avanzó igualmente sobre terreno ajeno: el del Banco Central. El ministro reveló que su cartera trabaja en un proyecto de ley “para crear un circuito crediticio alternativo, que no tenga que responder a normas internacionales que son excesivamente rígidas, las famosas reglas de Basilea”.
La idea sería facilitar la operatoria de cooperativas, mutuales y las resurgidas cajas de crédito, a fin de que acerquen financiamiento a las pymes. El problema de la falta de crédito es posiblemente el que más preocupa al equipo económico. La recuperación de la economía se alimentó hasta el momento con capital propio de las empresas, que habían atesorado antes de la devaluación, y con el dinero generado gracias a las mayores ventas. Si bien la mayoría de los economistas, incluso los del Palacio de Hacienda, afirman que todavía hay margen para seguir creciendo de ese modo, también existe consenso en que debe reactivarse el mercado crediticio para evitar que el crecimiento pierda intensidad.
Lavagna le reclama al presidente del Central, Alfonso Prat Gay, una flexibilización de las normativas para activar el crédito. Lo mismo sugieren banqueros como Roberto Feletti y Carlos Heller, titulares del Ciudad y el Credicoop. Ayer el ministro hizo algo más que reclamar. Directamente anticipó que estudia la creación de “circuitos crediticios alternativos”.
Otro tema candente en el debate económico es el valor del dólar. Eduardo Curia, economista de consulta permanente del ministro de Planificación, Julio De Vido, enfatizó en el mismo seminario de CAME que “se necesita un tipo de cambio alto por años y años. En eso no debemos retroceder ni un milímetro”. Héctor Valle, de la consultora FIDE, agregó en la misma línea que, “si no generamos condiciones para un shock de inversión, la economía puede dejar de crecer”. La condición en la que se detuvo el economista fue también la de un dólar alto. Curia y Valle estuvieron reunidos la semana pasada con Lavagna, que escuchó con atención sus diagnósticos.
Pero el ministro no avanzó ayer en la cuestión del dólar. En cambio, volvió a remarcar algo que viene diciendo en cada una de sus múltiples presentaciones en distintos foros de las últimas semanas: que no habrá rebaja de impuestos (la demanda se escuchó durante el encuentro de CAME) sin contrapartida.
El razonamiento es que existen una serie de tributos “distorsivos”, como el “impuesto al cheque y las retenciones”, que habría que disminuir o eliminar, pero no se lo hará si antes no se asegura otra fuente de recursos. Por eso, Lavagna viene sugiriendo a los empresarios que “vayan al Congreso a defender el aumento del impuesto al cheque sin quieren bajar otros impuestos o que haya políticas activas para promover las inversiones”. Sobre este punto, Curia defendió la posición oficial, alsugerirles a los comerciantes que se olviden de una rebaja impositiva generalizada.