El futuro jefe de Gabinete, Marcos Peña, confirmó ayer a la mayoría de los ministros del gobierno de Mauricio Macri, pero llamativamente no hizo referencias al área de infraestructura pública, más allá del Plan Belgrano diseñado para desarrollar el norte del país. Durante la campaña se especuló con la posibilidad de que Rogelio Frigerio se ocupará de los sectores que ahora regula el Ministerio de Planificación. Sin embargo, eso fue descartado y la decisión es desguazar ese espacio.

Las obras correspondientes a las áreas de energía y minería estarán a cargo del futuro ministro de Energía, Juan José Aranguren. El plan para el desarrollo de la Televisión Digital Terrestre pasaría al área de medios públicos que conducirá Hernán Lombardi, si es que logra desplazar a Tristán Bauer, quien tiene mandato hasta 2017, mientras que las telecomunicaciones quedarían bajo la órbita del ministro de Comunicaciones, Oscar Aguad. El macrismo todavía no aclaró dónde quedarían los proyectos que ahora dependen de la secretaría de Obras Públicas.

Quien saldría fortalecido con este nuevo organigrama es el empresario Nicolás Caputo, uno de los principales consejeros de Macri. Caputo se dedica justamente a la construcción con Caputo S.A. y SES S.A. Esta última fue la sociedad elegida en los últimos años para conseguir contratos en la Ciudad con mayor disimulo. Con la atomización de las obras en distintas carteras quien quedaría informalmente a cargo de la coordinación sería el propio Caputo.