El índice de precios al consumidor de la ciudad de Buenos Aires aumentó 2 por ciento en noviembre respecto del mes anterior, la cifra más elevada desde agosto. Consultoras privadas estimaron además que el costo de vida podría aumentar otros 4 o 5 puntos en diciembre. Las nuevas autoridades del Indec, pese a las tensiones de precios observadas estas semanas, anunciaron el lunes que se suspenderá el informe de inflación hasta nuevo aviso. Economistas heterodoxos aseguraron que la medida esconde una intencionalidad política de no hacer público el fuerte salto de precios en el mercado interno provocado por el programa económico del nuevo gobierno, en donde se destaca la quita de las retenciones para exportaciones de materias primas y el anuncio de la devaluación del dólar oficial, que según las declaraciones del propio ministro de Finanzas, Alfonso Prat-Gay, es inminente. Apuntaron que, pese a que no se informen los precios, el aumento del costo de vida fue muy importante en las últimas semanas y la tendencia continuará en los próximos meses, cuando se concrete la corrección del tipo de cambio y aumenten fuerte las tarifas de luz y gas. “Hasta ahora se venía publicando a través del Indec un índice de precios nacional urbano (IPC-nu) que venía reflejando con bastante exactitud las tasas de inflación y que es mejor que cualquier indicador de las consultoras. Se puede pensar en mejorarlo pero discontinuarlo justo ahora es privar de información a la población. Sorprende que lo dejen de publicar”, aseguró a este diario Ricardo Aronskind, economista del Plan Fénix. Aseguró que el nuevo gobierno ocultó desde un comienzo sus intenciones en materia distributiva (baja de salario real y en dólares y recomposición de rentabilidad para los sectores exportadores). “Lo que ahora ocurre es que hay un fuerte impulso inflacionario incitado desde el Estado y que, en donde más preocupa, es en el incremento de los precios de los productos de la canasta básica. La baja de la retención para el trigo y el maíz afectará en forma significativa estos bienes, lo cual combinado con la devaluación va a generar una importante tensión en el valor de los alimentes, pasando por la carne, el pollo, la leche, el arroz o el pan, entre otros”.

Andrés Asiain, director del CESO, coincidió en que las nuevas autoridades del Indec pretenden demorar la entrega de los índices de inflación para no mostrar cifras oficiales del fuerte aumento de precios de estas semanas. “Aprovechando la falta de credibilidad en el instituto de estadísticas oficial se aprovechó para dejar de publicar los indicadores de inflación minorista. Lo que hay detrás de esto es que tras el ballottage hubo una fortísima aceleración de los precios, en particular en alimentos, el producto al que más ingresos destinan los sectores de bajos recursos”, dijo. Resaltó que uno de los factores que explicó la suba de los precio fue que “el cambio de autoridades que dejo vía libre para que los empresarios apliquen fuertes remarcaciones.”