Los 42 gendarmes fallecidos y los ocho sobrevivientes del accidente ocurrido en Salta iban a Jujuy porque el gobernador de esa provincia, Gerardo Morales, había pronosticado “una situación muy fuerte y violenta” por la presencia, frente a la Casa de Gobierno, del acampe que vienen realizando unas cinco mil personas que pertenecen a organizaciones sociales de la provincia. La confirmación sobre los motivos del envío de personal de la fuerza fue hecha por la ministra de Seguridad Nacional, Patricia Bullrich. Por su parte, en conferencia de prensa, la dirigente de la Tupac Amaru, Milagro Sala, aseguró que es “absolutamente falso que las organizaciones sociales” que participan del acampe “estén organizando saqueos”, a la vez que señaló que lo único que piden “es que el gobierno nos reciba”. Sala garantizó que el reclamo “es y será pacífico”.

De todos modos, según pudo confirmar Página/12, el gobierno de Jujuy hizo una presentación ante el fiscal Darío Osinaga, para que se ordene el desalojo de los manifestantes, a los que se acusa de “usurpación del espacio público” en la plaza Belgrano. Voceros de las organizaciones sociales dijeron a este diario que la movilización se debe a que presentaron “dos pedidos de audiencia formal y no recibimos ninguna respuesta” por parte del Ejecutivo.

En conferencia de prensa, los cooperativistas de la Red de Organizaciones Sociales que participan del acampe resaltaron que “nunca hemos participado en desmanes, saqueos ni hechos de violencia; incluso, cuando ocurrieron hechos de esa naturaleza, hemos salido en defensa de los comerciantes”. Ratificaron que llegaron al acampe “para abrir el diálogo con el gobierno” y aseguraron que “en caso de que algún integrante de las organizaciones sea protagonista de un hecho violento, nos comprometemos a expulsarlo de inmediato”. Para ratificar esos conceptos, señalaron que ayer cruzaron la plaza Belgrano algunos ministros del gobierno provincial “y no hubo agresiones ni incidente alguno”.

Las aclaraciones fueron en respuesta a lo dicho ayer por la ministra nacional Patricia Bullrich, quien repitió conceptos vertidos antes por el gobernador Gerardo Morales en el sentido de que con motivo del acampe se esperaba “una situación muy fuerte y violenta” que hasta ahora no se ha dado. Bullrich sostuvo que el diagnóstico surgió porque Morales “decidió un cambio radical en la política social diciendo que se iba a terminar el monopolio del manejo de los planes sociales que tiene Milagro Sala, y querían trabajar para que cada beneficiario esté bancarizado y reciba la ayuda de manera directa” y no a través de las organizaciones.

Sobre el accidentado envío de gendarmes a Jujuy, Bullrich dijo que el peritaje realizado en el lugar del hecho confirmaría que el micro se desbarrancó “por el reventón de una cubierta” cuando circulaba por la ruta 34, a la altura de la localidad salteña de Rosario de la Frontera. “Recorrimos la zona con los peritos que son muy especializados y no hay otra hipótesis” que la del reventón. Precisó que el tramo de la ruta donde ocurrió el accidente “estaba bien y lisa, así que no se puede decir que fue porque el micro esquivó un pozo”.

Agregó que si bien “en otras partes la ruta estaba mal, en el lugar donde sucedió el accidente estaba bien”. Admitió que fue “terrible” llegar al lugar y ver el micro, a la vez que agradeció la presencia en la zona y la ayuda que brindaron los gobernadores de Salta y Tucumán, las policías provinciales, Defensa Civil, los ministerios de Salud y los hospitales. La ministra afirmó que “hay que ir llevando a las fuerzas federales a su tarea principal que es el cuidado de las fronteras”, en el caso de la Gendarmería Nacional y adelantó que ese va a ser todo “un proceso”.

Bullrich señaló que eso llevará tiempo porque “hoy en día la Gendarmería atiende en muchas partes del país, es muy requerida y no la podemos sacar de un día para otro”. Concluyó diciendo que “en casos donde hay amenaza de violencia fuerte, la Gendarmería es una fuerza que impone respeto con tranquilidad, respeto sin represión”. Horas después, con el pedido del gobierno de Jujuy para que la Justicia ordene el desalojo de la plaza Belgrano, los dirigentes de las organizaciones sociales ratificaron que la movilización “es y será pacífica”, pero al mismo tiempo consideraron que “hay temor de que se produzca una represión violenta”.

Ayer, en el segundo día del acampe, los dirigentes de la Red de Organizaciones Sociales se solidarizaron “con las familias de los gendarmes fallecidos en el accidente” y reiteraron que sólo esperan que el gobernador los reciba “para garantizar el empleo directo de más de 20 mil cooperativas de la construcción que aportan a la economía de Jujuy”.

Milagro Sala señaló, por su parte, que no se oponen a la bancarización ni al registro único de organizaciones impulsado por el gobierno. “Simplemente estamos solicitando que nos reciba el gobierno.” Recordó que también se realizaron movilizaciones en Buenos Aires, Mendoza y Chaco, en apoyo al acampe que se está realizando en Jujuy.

La dirigente social recalcó que quieren “transmitirle tranquilidad a la sociedad” jujeña porque “se están diciendo muchas cosas que no son ciertas” teniendo en cuenta que este tipo de movilizaciones y acampes “se han realizado anteriormente y siempre han sido pacíficos”. Ratificó que el único objetivo de la protesta es que “se garanticen los derechos que se han adquirido durante años”.

Por su parte, Leonardo Rosales, del MTL, luego de señalar que “el gobernador ganó las elecciones democráticamente” y lo único que le están pidiendo es que “gobierne para todos y que abra canales de diálogo” con las organizaciones. “No queremos desestabilizar al gobierno, lamentamos la muerte de los gendarmes que venían a confrontar en un escenario de conflicto que nunca existió”.