El gobierno estableció en diciembre que telefónicas y cableras deberán competir en la provisión de telefonía, internet y televisión a partir de enero de 2018 e incluso dejó contemplada la posibilidad de postergar la fecha de largada un año más. Desde entonces, los jugadores comenzaron a posicionarse de cara a la convergencia que se viene mientras buscan la manera de moldear las reglas. El presidente de la Asociación Argentina de Televisión por Cable, Eugenio Burzaco, expuso ayer en la inauguración de las jornadas del sector y reclamó que se demore la desregulación. “Las pymes del cable necesitan más tiempo y restricciones específicas antes que se de el ingreso de las telefónicas”, aseguró. Además pidió que se le impida a las telcos brindar televisión satelital y que se les asigne espectro a las cableras para ofrecer movilidad. “Una vez asignado el espectro deberíamos tener dos años para desplegar la movilidad antes de competir con las telefónicas”, agregó. A su lado, estaba el ministro de Comunicaciones, Oscar Aguad, quien durante su discurso evitó definirse sobre el pliego de condiciones. Dijo que “la televisión satelital está prohibida en la Argentina”, en referencia al lobby de las telefónicas, pero recordó que se está trabajando en un nuevo marco legal. Además, evitó dar precisiones frente a los reclamos de espectro. Después de su intervención, fue consultado por un grupo de periodistas, entre los cuáles estaba Página/12, sobre la posibilidad de demorar la apertura a la competencia y no dejó dudas. “No habrá mayores plazos”, remarcó.

Las jornadas de televisión por cable tienen a Cablevisión (Grupo Clarín) como su principal referente, por ser la empresa dominante del sector. Durante los últimos años, el enfrentamiento del multimedios con el kirchnerismo llevó a que ningún funcionario del gobierno nacional asistiera a este evento anual. Con la llegada de Mauricio Macri a la presidencia la situación cambió. Además de Aguad, ayer estuvieron el titular del Sistema Nacional de Medios Públicos, Hernán Lombardi; el secretario de Tecnología de la Información y las Comunicaciones, Héctor Huici; el titular del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), Miguel de Godoy; la secretaria de Promoción de Inversiones del Ministerio de Comunicaciones, Clarisa Estol; el director de Enacom, Heber Martínez, y el presidente de Arsat, Rodrigo De Loredo. Además, participó de la inauguración el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta.

El principal orador fue Oscar Aguad quien, luego de los reclamos formulados por Burzaco, prefirió poner el foco en los supuestos desafíos que tiene por delante el país y la necesidad de alentar la inversión privada. “Estamos en presencia de un cambio de época. A mí juicio es una batalla cultural. ¿Estaremos dispuestos los argentinos a vencer el corto plazo que ha hipotecado durante años el futuro del país? Esa es la gran batalla. Durante 70 años nos ha abrumado el corto plazo”, sostuvo, dejando en claro que para el ministro los problemas parecieran haber comenzado en 1946, con la llegada del peronismo. “Hace poco, conversando con el presidente, le decía: ‘No nos tenemos que dejar abrumar por el corto plazo’. Las huelgas, las plazas, las verduras. Todo eso abruma al dirigente que gobierna, pero el hombre (en referencia a Macri) está mirando el largo plazo. Está mirando el futuro del país”, agregó. Luego convocó a los presentes a invertir: “La inversión tiene una estructura estratégica, pero también moral. El valor moral de la inversión privada está en una de las encíclicas de la iglesia católica. El sector público no tiene recursos para sustituir a la inversión privada. Esto es lo que ha entendido este gobierno”. En ese contexto, reivindicó a las tecnologías de la información y la comunicación como un sector estratégico clave para apuntalar el crecimiento y el empleo.

Aguad evitó dar respuesta puntual a los pedidos del sector. Sólo buscó dejar en claro que por ahora las telefónicas no brindarán televisión satelital y aseguró que la intención es poner más espectro a disposición de las empresas en el futuro, pero sin dar precisiones. Al terminar la exposición, conversó con los periodistas y allí además dejó en claro que no hay posibilidad de modificar los plazos previstos para la competencia entre telefónicas y cableras. “La legislación dice que en enero de 2018 se vencen los dos años y puede haber un año más de prorroga. No hay más plazos”, remarcó. Pese a ello, la esperanza de las empresas de televisión por cable es que la apertura vaya de la mano de una serie de exigencias para las telefónicas. Por ejemplo, que les fijen pautas de inversión en las redes de las cableras pymes que estén interesadas en utilizar. En ese tipo de “detalles” regulatorios estará centrada gran parte de la batalla que se viene.