El carnicero Daniel Oyarzún, que el martes persiguió, atropelló y mató a Brian González, que le había robado cinco mil pesos, ayer permanecía alojado en la comisaría de Garín. Luego de que la jueza de Garantías 1 de Zárate-Campana, Graciela Cione, accediera al pedido del fiscal Martín Zocca para convertir en detención la aprehensión inicial, la defensa de Oyarzún –ahora ejercida por abogados puestos a disposición por el municipio– solicitó su excarcelación extraordinaria, algo que hasta anoche no había sido resuelto. En diálogo con este diario, el intendente de Zárate, Osvaldo Caffaro, contó que estuvo “reunido con los familiares del carnicero” y que, aunque el municipio haya puesto a disposición el área legal y acompañamiento, “ahora el tema está en manos de la Justicia”. “Somos muy respetuosos de la institucionalidad, la división de poderes. La Justicia debe definir. Desde el municipio no vamos a presionar, pero sí vamos a acompañar a los ciudadanos que necesitan apoyo. Si viene también la otra parte (en referencia a la familia de González), también lo vamos a hacer”, añadió.

“Quiero Justicia, necesito que lo liberen. Fiscal dejá de defender a los chorros, defendé a los laburantes”, dijo en diálogo con la prensa Noemí, esposa de Oyarzún, mientras reclamaba frente a la comisaría que le fuera permitido ver a su marido y hablar con él “aunque sea media hora”. La defensa del carnicero, que inicialmente estuvo a cargo del defensor oficial Flavio Aguila, ayer fue asumida por Mariela Baldaque y Ricardo Izquierdo, quienes continuarán tramitando el pedido de excarcelación extraordinaria.

Por su parte, el abogado de la familia González, Ernesto Gómez, advirtió que “hay dos víctimas, tanto el carnicero como este chico que falleció”. “La familia (González) no quiere ser verdugo del carnicero”, aseguró, al tiempo que aclaró que , sin embargo, sí sienten “indignación especialmente por los hechos posteriores”, en referencia al momento “terrible y aberrante” en que González, derribado y atrapado por el auto, era golpeado e insultado por vecinos.

“Desde hace diez días, la situación es tremenda”, dijo el intendente Caffaro a este diario, aunque agregó que ayer “fue un día más tranquilo”. “Creo que en la medida en que estemos más en la calle y podamos redefinir rápidamente esto, va a mejorar. Igual la frazada siempre es corta y algo va a surgir, pero tenemos que garantizar la seguridad a la gente, y vamos a hacer hasta lo imposible para eso. Vamos a seguir pidiendo más recursos”, agregó.

Caffaro aseguró que el estallido que derivó en la muerte de González no era algo imaginable. “Me llama mucho la atención lo que pasó, pero no es más que consecuencia de la falta de presencia del Estado en la calle. Si hubiese habido un patrullero o un agente de seguridad cerca, no habría sido ese el final. Por eso creemos en seguir construyendo una seguridad ciudadana, interdisciplinaria, multisectorial, como corresponde. Una seguridad articulada con todas las partes, y no en la que una de las partes hace lo que quiere”, especificó, al tiempo que aclaró que “con (la gobernación de la) provincia sí podemos coordinar, el problema es con Seguridad de la Nación”.

A principios de año “fue el primer zamarreo, cuando se retiró Gendarmería” de Zárate; hace pocos días, “se retiró Prefectura”; no hubo, dijo Caffaro, ninguna comunicación formal que explicara esos alejamientos. Ambos cuerpos formaban parte de un esquema de la Mesa de Seguridad formada desde 2014 (“estuvimos muy mal en 2013, 2014”), y en la que participaban “la municipalidad, la Dirección de Prevención Urbana, el Comando de Patrulla, la comisaría 1º y 2º, de Zárate y Lima, la Prefectura, la Gendarmería”. “Teníamos 150 efectivos de Prefectura, a los que sumábamos 180 más de la policía bonaerense y la policía local. No es un número menor el que se retiró. Desde que eso pasó, iniciamos un trabajo con instituciones y la comunidad, juntamos firmas para pedir a la ministra Patricia Bullrich que retractara esa decisión. Con Provincia hemos trabajado coordinadamente en todo lo que hace falta. Ahora pedimos hacer cuadrículas más chicas, que significa tener más móviles, más personal y tecnología y eso nos lo están asegurando”. Para Caffaro, a quien Bullrich concedió audiencia para el lunes, “la seguridad tiene que ver con la presencia de fuerzas federales, más que nada. Este es un distrito que la propia gobernadora María Eugenia Vidal planteó como sensible: tenemos siete puertos, sensibles por el ingreso de drogas, y sector de isla, que ella misma señaló como para posibles aterrizajes de drogas”.

–¿En qué se notó que la retirada de las fuerzas federales había tenido impacto?

–Empezaba a aumentar el delito, muy poco porcentualmente, pero sí nos llamaba la atención que tenía un grado de violencia fuerte: eran delitos con violencia, uso de armas, no un punguero tradicional. Fue como volver al principio, a lo que habíamos desmantelado. Nos empezó a preocupar cuando se retiró Gendarmería, y después de la retirada de Prefectura pasó esto. La cosa sigue creciendo. Es insostenible.