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“Nos vienen diciendo que no habrá energía, pero los productores de gas no invierten desde 1996. Hoy nos tendrán que dar gas, si no, como gobierno nacional tomaremos las medidas que tengamos que tomar.” Néstor Kirchner aprovechó un acto en la Casa Rosada para cargar con dureza contra las productoras de gas, en medio de la anunciada crisis energética, que pone en riesgo el crecimiento económico. “No cederemos a ninguna presión, por fuerte que sea”, insistió el Presidente, al tiempo que acusó a las compañías del sector de “tratar de jugar con fantasmas, de que nos va a faltar esto y lo otro, para ir obteniendo los resultados que ellos buscan”.
Como es su costumbre para negociar, Kirchner dobló la apuesta frente a las presiones por aumentos de tarifas. Sin nombrarla, el Presidente se refirió a la privatización de YPF. “Estamos pagando el precio de haber renunciado absolutamente a la participación (estatal) en el control de la ecuación energética”, enfatizó, para luego denunciar que “el sector de hidrocarburos, de petróleo y gas ha ganado más de 5000 millones de dólares este año y es hora de que estén a la altura de las necesidades que tiene la Argentina.”
“Los argentinos estamos pagando el precio de haber renunciado a todos los controles, incluso a la tenencia de la acción de oro”, agregó el Presidente, en clara alusión a la privatización de YPF en manos de la española Repsol, en 1999. Luego de entregar una serie de microemprendimientos en un acto que se realizó en Casa de Gobierno, Kirchner afirmó que “muchas cosas que nos suceden hoy son consecuencia de lo que se hizo ayer”.
“Hay que tener en claro –continuó– que desde 1996 los que ganan tantos miles de millones de dólares por año no invierten y encima nos quieren condicionar.” Frente al riesgo de que la crisis energética impacte sobre la actividad de los sectores productivos, Kirchner reclamó que “las empresas que están trabajando en la Argentina tienen que estar a la altura de la historia porque necesitamos energía para seguir creciendo”. “No vamos a ceder a ninguna presión por fuerte que sea”, afirmó. “No hemos venido a durar de cualquier forma”, concluyó.