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El supuesto grupo terrorista AZF que tiene amenazada a Francia desde el 11 de diciembre pasado volvió a reaparecer por carta para anunciar que decretaba una tregua en sus amenazas. En una nueva carta remitida ayer a la presidencia de la República y al Ministerio de Interior francés, AZF hace pública su decisión de “suspender” sus acciones debido a causas “tecnológicas y logísticas”. Con todo, el grupo no afirma por ello que renuncia a su propósito de hacer volar las vías férreas del país si el Estado no paga a cambio un rescate importante (cuatro millones de dólares y dos millones de euros). Muy por el contrario, AZF alega que cuenta con “obtener la suma que le hace falta”.
La carta precisa que “gracias a la experiencia adquirida en las últimas semanas y consciente en adelante de sus debilidades tecnológicas, logísticas y de otra índole, AZF suspende su acción durante el tiempo necesario para remediar esas falencias”. El grupo, que se presenta como una entidad “provisoria”, como una “pequeña cofradía”, señala que ninguno de sus miembros “cultiva el encono contra una persona determinada del gobierno francés ni contra este último”. AZF argumenta que “nuestro verdadero objetivo es asestarle un golpe decisivo al perdido espíritu que preside hoy la mayoría de las acciones humanas. (...) Pensamos que el medio que nos ha sido dado así nos lo permite e iremos hasta el final, de lo contrario la Tierra se encargará de hacerlo por sí misma pero mucho más brutalmente”. Aludiendo claramente a los atentados del 11-M, AZF advierte que “cuando lo pidamos, paguen sin historias y que no se hable más. De lo contrario, Francia superará sin gloria los tristes records españoles”. Y el texto añade que cuando el grupo reaparezca, su “fuerza de persuasión” va a basarse en “una materialidad efectiva y tangible”.