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El GNC se convirtió en el centro de las disputas en el gabinete nacional. Ayer, la subsecretaria de Defensa de la Competencia y del Consumidor, Patricia Vaca Narvaja, anticipó que el precio del combustible aumentará “10 centavos como máximo”, aunque desechó la posibilidad de restricciones en la oferta. Dijo que el incremento del GNC, de alrededor del 20 por ciento respecto del actual valor del metro cúbico, se llevaría a cabo dentro de “por lo menos un mes”.
Los dichos de Vaca Narvaja se chocan con lo que veinticuatro horas antes había prometido Julio De Vido. Frente a empresarios, el ministro de Planificación había descartado un aumento en el precio del GNC. Vaca Narvaja depende de Roberto Lavagna, quien en el tema del gas tuvo propuestas contradictorias con las de su colega De Vido.
Al fundamentar el eventual incremento del gas comprimido, Vaca Narvaja manifestó que “está barato respecto al resto de los combustibles”. “El precio va a ir variando con los valores nuevos del gas a boca de pozo que tiene que acordar el Gobierno con las empresas y discutirse en audiencias públicas”, añadió.
Ante esta situación, los empresarios nucleados en la cámara del GNC salieron al cruce de las versiones sobre una posible limitación al uso del combustible y reclamaron un “uso racional de la energía”. El grupo calificó de “ideas trasnochadas” las que propician la restricción al GNC, tal como propuso Lavagna. Por su parte, en medio de la crisis, la comisión de usuarios del ente regulador del gas pidió ayer una audiencia con Néstor Kirchner para expresarle su preocupación por la incertidumbre.