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Después de 140 años en la Argentina, el Lloyds Bank confirmó que se va de la Argentina. Transfirió su operatoria al Patagonia Sudameris. El acuerdo rubricado ayer entre ambas instituciones, no obstante, tendrá vigencia recién cuando el Banco Central y la Comisión de Defensa de la Competencia lo aprueben. La partida del banco inglés es otro capítulo del repliegue de la banca extranjera en la Argentina.
Por un acuerdo de confidencialidad, ni el Lloyds ni el Patagonia Sudameris informaron sobre el monto de la operación. Página/12 pudo saber que, en contra de lo que podría presumirse, no será el comprador el que desembolse dinero para quedarse con el Lloyds, sino que sería la entidad inglesa la que haga un aporte para salir del negocio.
De ser así, no sería la primera vez que ocurra una operación de ese tipo en el mercado financiero local. Cuando hace algunos años el Macro se hizo cargo del Bansud, el Citibank –que era el propietario del Bansud– le pagó unos 200 millones de dólares a la entidad local. La clave es que, al desprenderse del negocio, el Lloyds debe dejar algunas cuentas en orden, como la situación del personal que no quiera pasarse al Patagonia y los fondos de los depositantes. Fuentes del mercado especularon que, en este contexto, el patrimonio neto del Lloyds sería negativo y que por ese motivo tendrá que compensar al comprador.
La cifra final de la operación surgirá del pormenorizado relevamiento que los técnicos del Patagonia Sudameris hagan sobre el balance del Lloyds. Una tarea que en la city se conoce como “due dilligence”, y que recién finalizaría en noviembre próximo.
La entidad que surja de la fusión tendrá 154 sucursales –34 de ellas provenientes del Lloyds– y 2050 empleados. Acumulará depósitos por 2169,6 millones de pesos. En el ranking del sistema financiero pasará del puesto 16 al 14. En cuanto a los préstamos, el nuevo banco concentrará 1496,8 millones, y saltará del puesto 14 al 11. En este rubro se convertirá en el segundo banco privado de capital nacional más grande, detrás del Galicia.
El avance del Patagonia Sudameris es un reflejo de lo ocurrido en el sistema financiero tras la crisis. El Lloyds es el último de una lista de bancos extranjeros que se fueron de la Argentina en los últimos dos años, y que incluyen al grupo canadiense Scotia, al francés Credit Agricole, el Sudameris (los italianos participan con una pequeña parte del Patagonia), y también se puede computar al holandés ABN Amro, que vendió su negocio minorista al Galicia. El también italiano BNL ya anunció su intención de seguir los pasos de sus colegas aquí mencionados.
La mayor penetración de los bancos nacionales se visualiza en las cifras. Los depósitos totales de estas entidades crecieron 80 por ciento entre diciembre de 2002 y marzo pasado (últimos datos oficiales disponibles): de 9255 a 16.710 millones de pesos. Los plazos fijos, a su vez, prácticamente se duplicaron, al pasar de 2279 a 6127 millones. Comparando esta expansión con lo sucedido en los extranjeros, se nota el repliegue de estos últimos: sus depósitos totales crecieron apenas el 5,4 por ciento y se ubican en 32.554 millones de pesos. En plazos fijos se expandieron 38 por ciento: de 7872 a 10.842 millones de pesos.
El retroceso de los extranjeros también se explica por el impulso de la banca pública, preferida por los ahorristas una vez que la crisis demostró que las casas matrices de los extranjeros no saldrían en su rescate.
Desde Londres, el gerente general del Lloyds, Nigel Hubbard, explicó que la decisión de retirarse de la Argentina obedece a “una estrategia global”. Que por ese motivo ya salieron de Brasil. Una versión que recorrió ayer el microcentro daba cuenta de la futura adquisición del grupo Lloyds por el estadounidense Citigroup. Una de las condiciones de esa megaoperación sería que antes se vendan algunas filiales. Entre ellas, la argentina.