ECONOMíA
“¿Quién paga el precio de la crisis económica?”
El titular de la Unctad, Rubens Ricupero, brindó un fuerte apoyo a la estrategia de Lavagna respecto de la negociación con los acreedores defolteados. Adelantó que, para él, el acuerdo está cerca.
El titular de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y Desarrollo (Unctad), Rubens Ricupero, brindó un fuerte apoyo a la estrategia argentina de renegociación de la deuda en default y criticó a quienes demandan una subordinación previa a las recetas de los organismos financieros internacionales. “La normalización de las relaciones con el sistema financiero mundial debe ser una consecuencia, no una premisa, del crecimiento”, expresó. En este sentido advirtió que el país debe “evitar a toda costa” aceptar metas de superávit que comprometan su desarrollo. El embajador realizó estas declaraciones junto al ministro Roberto Lavagna, quien aprovechó la ocasión para desmentir que el estímulo que recibirán los acreedores que adhieran al canje de deuda, la totalidad del cupo reservado a pago de intereses de los nuevos bonos, signifique una mejora en la oferta a los acreedores.
Para el secretario de la Unctad, la recuperación de la economía argentina luego de la crisis “ha sido sorprendente”, tanto desde la perspectiva del crecimiento del producto como “por el hecho de que la inflación ha sido muy baja”. El panorama se complementó con “el crecimiento de las exportaciones y la recuperación del ingreso medio”. Por eso, “es necesario evitar a toda costa comprometer este camino y consolidar primero el crecimiento para que pueda plenamente compensar a todos los que han perdido con esa crisis”, afirmó. “Si las cosas no salen bien debido a una medida precoz de aumento del superávit fiscal y con eso se aborta el crecimiento y la recuperación, ¿quién paga el precio de la crisis económica y social?”, preguntó.
La posición de Ricupero, que según el funcionario es también la de la organización que dirige, es “claramente favorable a la línea que sigue el ministro (Roberto) Lavagna”. “Nos complace mucho que se invierta la lógica anterior del ajuste: en el pasado han sido los elementos más débiles de la sociedad los que lo han soportado”, puntualizó.
Consultado acerca de la propuesta de pago a los tenedores de bonos en default, consideró que “los dos lados están poco a poco acercándose a un terreno común”. La nueva propuesta argentina ha mejorado mucho de la que se había presentado originalmente en Dubai, describió. “Hoy ya no está tan lejana de lo que muchos de los bonistas creen que pueden lograr. Así que a pesar de las declaraciones que son propias de las épocas de negociación, creo que la posibilidad de un entendimiento se ve cada vez más claro”, analizó.
En este marco, afirmó que la actual situación de las relaciones con el FMI, cuyo dato más evidente es la postergación de la tercera revisión trimestral de las metas del programa stand by, puede considerarse una impasse. “Toda la negociación siempre puede ser descripta como una impasse hasta el momento de un acuerdo. Si no hubiera una impasse no existiría negociación”, reflexionó. “Por lo tanto no es una cosa tan grave, ya que en muchas cosas el Fondo comparte la posición argentina. Por ejemplo en la mejora de los indicadores, lo que se ha producido en materia de superávit fiscal primario, hay muchas cosas en común, y muchas otras se van a conversar, como siempre”, evaluó.
Ricupero no pudo dejar de comparar la situación de deuda de Argentina con la de su país. Su conclusión fue que los dos socios mayores del Mercosur también deberían serlo en materia de pago de deuda. “Es un deber de Brasil tener un frente común con Argentina”, consideró. “Esto no representaría un problema para Brasil, lejos de lo que algunos interpretan, ya que es necesario lograr la solidaridad en la búsqueda de la normalización financiera”, concluyó.
En la misma conferencia, el ministro Lavagna negó la existencia de una mejora en la oferta a los acreedores. A su juicio, “el grueso de los diarios” interpretó mal sus palabras del día anterior, cuando sostuvo que “toda la capacidad de pago estará a disposición de los acreedores que ingresen al canje” y no de los que queden afuera, lo cual, “no” significa una mejora en la oferta.