EL PAíS
Ricardo Lorenzetti dijo que sería “un gran honor” llegar a la Corte
Es el nombre que más suena para ocupar la vacante que dejó Adolfo Vázquez. Cumple con los requisitos de ser del interior y no ser penalista. Además, es cercano al peronismo.
Por Eduardo Tagliaferro
“Sería un gran honor.” “Es un servicio que hay que prestar en este momento para que el país salga adelante, aunque personalmente uno tenga que resignar muchas cosas.” “Mi respuesta sería afirmativa.” Estas fueron algunas de las respuestas que Ricardo Lorenzetti, uno de los más firmes candidatos a cubrir la vacante producida en la Corte Suprema por la renuncia de Adolfo Vázquez, entregó ayer en su paso por algunos medios. Este santafesino de 48 años, miembro de la Academia Nacional de Derecho y profesor de Derecho Civil de la UBA, cuyo voluminoso currículum sorprendió a los senadores que hace pocos días votaron su nominación como miembro del jury de enjuiciamiento del ministerio público, cumple con los requisitos que el Ejecutivo pretende para el cargo: no es penalista –especialidad cubierta en el alto tribunal– y es del interior del país.
Oriundo de Rafaela, y graduado de abogado en la Universidad Nacional del Litoral, donde también obtuvo su doctorado, Lorenzetti participó con los organismos de derechos humanos en la lucha contra la dictadura. Joven para tener responsabilidades en la militancia política cuando se concretó el golpe de marzo del ’76 y bastante mayor para los niveles de compromiso de la época, Lorenzetti supo pertenecer a la UES (Unión de Estudiantes Secundarios), histórica agrupación de los estudiantes cercanos al peronismo. “Conocí a la senadora Cristina Kirchner en el Senado cuando se trató mi nominación al jury”, respondió, preocupado en aclarar que no arrastraba una relación con el matrimonio desde los años ‘70, como se había dicho.
Hace poco, cuando se trataba de cubrir la vacante de Eduardo Moliné O’Connor y su nombre ya circulaba como posible candidato, Lorenzetti le dijo a este diario: “Nunca me dediqué a la política porque nunca tuve el tiempo necesario”. La carrera académica y profesional le consumió las energías. Así lo demuestra su currículum. Es profesor titular por concurso de la cátedra de la Universidad de Buenos Aires, miembro de la Academia Nacional de Derecho de Córdoba, profesor de las universidades Austral, de Buenos Aires, Católica de Rosario, de Belgrano, de Salamanca, de Roma Tor Vergata, de San Pablo, de la República Oriental del Uruguay, de Arequipa y de la Católica de Valparaíso, Chile. Tiene 16 libros publicados en el país, cinco en el extranjero, es coautor de otros 12, lleva más de un centenar de artículos publicados, más de 240 charlas en Argentina, Uruguay, Chile, Paraguay, Brasil y España. Además de la cátedra, en sus primeros años como abogado representó a varios gremios. Entre ellos a la Unión Obrera Metalúrgica y al Sindicato de la Carne.
A pedido de Página/12, Lorenzetti dio su opinión sobre la inconstitucionalidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, uno de los principales temas que deberá tratar la Corte en breve. Señaló: “Hay consenso en la comunidad jurídica internacional y nacional acerca de que los derechos humanos son previos a la organización del Estado y naturalmente que todas leyes que eliminan la responsabilidad en casos de este tipo son contrarios al derecho internacional”.
En el oficialismo reconocen que Lorenzetti balancearía todos los requisitos de autorregulación formulados en el decreto presidencial. También que su estudio detallado de la responsabilidad del médico y de los derechos de los usuarios y los consumidores, sintonizaría con el espíritu de la Constitución reformada en 1994.